El pleno de los 100 días y los 100 reproches del Ayuntamiento de Zaragoza
Las negociaciones con Puigdemont, el franquismo, el machismo o los gastos en comidas y bebidas de los munícipes tensan el debate en el Consistorio
Tras los balances propios de los 100 días de mandato, los concejales se reencontraron en el pleno con ganas de enredar. Y, como es habitual en el Consistorio, se dejaron llevar por la jarana nacional, que con la investidura fallida en desarrollo, dio juego. Puigdemont, Otegi, Sánchez, Feijóo y compañía saltaron de bancada a bancada, sin olvidar la II República, Franco y la Transición democrática.
Ya de inicio, la alcaldesa Chueca pidió que no hubiera insultos, interrupciones o faltas de respeto. Los ediles no cumplieron al 100% las instrucciones, pero tampoco llegó la sangre al río. Con el debate de investidura de fondo, el PP había llevado al Ayuntamiento el rechazo a la amnistía, las negociaciones de Yolanda Díaz con el prófugo Carles Puigdemont o los referéndums independentistas.
Hubo choque de bloques y mientras unos atacaban a la izquierda por sus pactos, los otros se defendían con las amnistías fiscales del pasado. El PP animó al PSOE a desmarcarse de Sánchez, pero no hubo sorpresas. No lo logró ni recurriendo a Felipe González.
"Es peor que el golpe de Tejero"
Tensó la cuerda Julio Calvo, de Vox, que dijo que el encuentro de Díaz y Puigdemont «fue peor que el golpe de Tejero». «Dijo Sánchez que buscaría los votos debajo de las piedras. Los va a buscar en el estercolero», dijo entre las protestas de los socialistas. La derecha impuso su mayoría de 19 ediles y Zaragoza censuró las cesiones a los independentistas.
Después llegó la moción de ZEC, en la que se reprobaba a dos directores generales de la DGA, pertenecientes a Vox, que exaltaron el franquismo. La izquierda cargó duro contra Azcón, pero el PP no solo les recordó sus negociaciones con Puigdemont, sino que les instó a condenar todas las dictaduras, como Venezuela o Cuba. ZEC no entró y PP y Vox desactivaron la moción.
A última hora el debate descendió a lo local. Primero con una iniciativa sobre las críticas del concejal socialista Guillermo Ortiz a la alcaldesa Chueca, a la que invitó a leer ‘Teo va al cole’ «para sentirse más realizada». Los partidos se enzarzaron en decirse quién era más machista hasta que llegó Vox y acusó al PP de hacerle el juego a la izquierda y dejó a los populares en minoría. No salió.
El cierre se lo llevó una moción de urgencia del PSOE por unos gastos en hamburguesas de la alcaldesa. El PP dijo que fue un «error» y que los 136 euros de coste se han devuelto. Recordó de paso los Vega Sicilia de la época de Triviño.La socialista Lola Ranera dijo que Chueca de «frívola» y esta le acusó de hacer «política basura». La socialista le replicó con una factura de 8 euros en churros. Y así acabó el pleno. 100 días y 100 reproches. O incluso alguno más.
