El pedrisco deja daños en cerca de 700 hectáreas de viñedo sin vendimiar entre Paniza, Encinacorba y Cariñena

La Denominación de Origen más antigua de Aragón calcula una merma en la producción superior al millón de kilos. También hay daños en viviendas y caminos.

Daños provocados por el pedrisco en la comarca de Calatayud
Daños provocados por el pedrisco en la comarca de Campo de Cariñena 
Macipe

El paraje de 'Las lomillas', entre Cariñena y Paniza, presentaba un aspecto desolador este miércoles por la mañana, menos de un día, poco más de 12 horas después de que una intensa tormenta de agua y granizo se cebase en la franja que baja desde Encinacorba hasta las otras dos localidades. "Parece que estemos en pleno mes de noviembre o diciembre", dice Joaquín Cebrián, agricultor jubilado, mirando al horizonte en referencia a toda la hoja y uva que el pedrisco ha destrozado y que pasadas las diez de la mañana todavía se dejaba ver. Todo ello en plena vendimia.

En una finca de unas tres hectáreas de emparrado de garnacha, los daños los estiman en el 100%. En la Denominación de Origen Protegida Cariñena, estiman que la afección se ha extendido a 700 hectáreas sin vendimiar, con una merma que se acerca al millón y medio de kilos. "Ayer (por el martes) estuve hablando con los de la máquina para dejarles el remolque aquí. Hoy (por este miércoles) íbamos a empezar a recoger, pero es que no merece la pena entrar porque perderíamos dinero", lamenta José Manuel Cebrián, hijo de Joaquín, agricultor y alcalde de Paniza.

Lo ocurrido ayer es el tercero de los mazazos que ya llevan a sus espaldas: la granizada del pasado 6 de julio y la sequía de los últimos dos años. "Hay sarmientos muy débiles. Pero es que lo poco que había lo ha destrozado", reconoce Joaquín. Según el regidor, "la situación de la agricultura, económicamente hablando, es un desastre, porque los ingresos no son los mismos, pero el trabajo que acarrea y los gastos se han incrementado".

Para el presidente de la DOP Cariñena, Antonio Ubide, la situación se hace peor por esa reiteración de daños. "Con la de julio ya se vio que había un retraso. Y ahora las ha cogido en el peor momento de todos, porque no hay margen e maniobra", explicaba, asumiendo que será un "problema" para las bodegas de esa zona concreta.

Así, Cebrián señala que a los insumos normales, se pueden sumar también tratamientos necesarios para sanear y recuperar el viñedo, como cicatrizantes. "Suponen un sobrecoste", incide. En estas primeras horas, Cebrián, como alcalde, valoraba, con llamadas a diputados provinciales y autonómicos, la posible declaración de zona catastrófica. "Hay daños en caminos, en la cosecha, venimos de dos años sin lluvia…".

El paso de una nueva DANA ha dejado esta tarde fuertes precipitaciones en varias localidades zaragozanas.

Cerca de allí, en una finca casi colindante con la N-330, Guillermo Antón, ingeniero de Grandes Vinos y Viñedos, recorría las hileras valorando los daños: "Desde Encinacorba hacia aquí lo ha arrasado", explicaba después de pasar ir de Cariñena a Aguarón, Encinacorba y Paniza. A su juicio, lo peor de todo es que "pueden desarrollarse enfermedades en la uva" y que ya de por sí "lo tocado hay que vendimiarlo ya, porque pierde grado, por lo que habrá una merma de calidad y cantidad".

A las puertas del casco urbano de Paniza, a pie de la N330, Alberto Báguena señalaba la marca que alcanzó el agua en la puerta de su casa y que ahora se tiñe de marrón, por encima de una gruesa capa de lodo. "Se taponó el sumidero y toda el agua fue contra la puerta. No se puede abrir y para entrar tuvimos que saltar porque el motor de la puerta para los coches también se ha roto", detallaba a la espera de la vista del perito del seguro, ya que a él le entró un palmo de agua.

"Tengo que dar las gracias al personal de Conservación de Carreteras del Estado, porque ayer estuvieron limpiando la carretera y la dejaron limpia para que pasasen los coches", remarcaba. En este punto, el arrastre de materiales, principalmente piedra y barro, no cortó la vía pero sí dificultó el paso. Peor paso corrió la carretera provincial CV669 entre Cariñena y Encinacorba, ya que uno de los barrancos llegó a levantar un tramo de asfalto, por lo que se tuvo que cortar el paso y adecuarlo por uno de los dos sentidos.

Para Belén Berdejo, alcaldesa de Encinacorba, la situación está mejor y agradecía el trabajo y la ayuda del 112, los bomberos de la Diputación de Zaragoza y la Guardia Civil. "Muchos vecinos han salido con sus palas para arreglar la salida a los caminos, pero tenemos muchos daños y los vamos a comunicar para que pasen las máquinas de la DPZ y a la Confederación Hidrográfica del Ebro en los barrancos y en el río", relataba.

Explicaba que el agua llegó a entrar a algunas viviendas, el granizo dañó las vides y todo ello derribó un muro de contención cercano al cauce del río Frasno. Aguas abajo, en Cariñena, su cauce se desbordó en algunos puntos, como el entorno de la plaza de toros, pero los daños se limitan a las partes bajas de algunas viviendas y almacenes.

"Creemos que los daños no han sido más severos porque en marzo se limpió el cauce del río, porque había muchos sedimentos y zahorras acumuladas, que reducían la capacidad de paso de agua por debajo de dos puentes", detalla el alcalde de la cabecera comarcal, Sergio Ortiz.  

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