Chueca denuncia el "ninguneo" del Gobierno central por el retraso en la declaración de Zaragoza como zona catastrófica
Remitirá una carta al presidente en funciones, Pedro Sánchez, para instarle a aprobar las ayudas. Los daños por las lluvias torrenciales del 6 de julio alcanzan los 150 millones.
Dos meses después de la tormenta torrencial que azotó Zaragoza el pasado 6 de julio, para la alcaldesa, Natalia Chueca, es urgente que el Gobierno central apruebe la declaración de zona catastrófica. Más aún, según ha denunciado este miércoles durante una visita a Cuarte de Huerva, que también resultó especialmente afectado, cuando el Consejo de Ministros acaba de otorgar esta denominación a siete comunidades dañadas por incendios, dejando en el "olvido", ha dicho, las inundaciones. Por eso, ha anunciado que hoy mismo remitirá una carta al presidente en funciones, Pedro Sánchez, para que "atienda las necesidades de la ciudad y de la provincia".
Ha recordado la regidora que solo en la ciudad la tromba de agua dañó bienes municipales por valor de 2,5 millones de euros, cuya reparación asumió de urgencia el Ayuntamiento. Dejó calles levantadas, semáforos averiados, parques y zonas verdes estropeados y, en cuanto a equipamientos, dañó considerablemente el centro deportivo de Valdefierro, la escuela infantil de La Paz y el cuartel de la Policía Local de Parque Venecia, donde todavía mantienen inutilizado el salón de actos. También afectó a las instalaciones de control de la Ronda Hispanidad y en la flota de vehículos policiales que estaban destinados en esas zonas.
Y a eso hay que sumar las afecciones sufridas por ciudadanos particulares y empresas. Para los negocios, según los datos de CEOE y Cepyme, las pérdidas alcanzan los 150 millones de euros, a lo que hay que añadir también las 120 hectáreas de cultivo que quedaron anegadas, según valoran desde la Unión de Agricultores y Ganaderos de Aragón (UAGA). Y el parón en la actividad en algunos casos hace que las pérdidas sigan aumentando. Es el caso por ejemplo de BSH Electrodomésticos, que tuvo que aprobar un expediente de regulación temporal de empleo (ERTE) por fuerza mayor en su planta de La Cartuja, que cuenta con 400 trabajadores y donde esperan volver a producir a partir del 18 de septiembre. También está en la misma situación el supermercado Lidl de Parque Venecia, aunque sin que en este caso haya una fecha de regreso.
En Cuarte, el estropicio también es cuantioso. Aproximadamente, 700 viviendas afectadas, 300 vehículos y otras tantas industrias o comercios. E igualmente la lluvia causó destrozos que todavía se afana en reparar el Consistorio en el asfaltado de varias vías, parterres, el alcantarillado y la red de saneamiento y el pabellón polideportivo, hasta 4 millones de euros según ha concretado la alcaldesa de la localidad, Elena Lacalle.
"Ayer contemplábamos atónitos que el Consejo de Ministros declaraba zonas gravemente afectadas en más de siete comunidades autónomas por los incendios de este verano, pero se olvidaba de que Zaragoza y Cuarte habían sufrido unas graves tormentas y que teníamos en estos momentos una declaración de zona catastrófica pendiente de resolver", ha lamentado por su parte Chueca, que ha recordado que ya remitió dos escritos a los ministros de Educación e Interior, Pilar Alegría y Fernando Grande-Marlaska, por este asunto. "Asistimos perplejos al olvido y al ninguneo del Gobierno", ha rematado.
"Vamos a luchar lo que haga falta porque estamos hablando de familias, empresas y comerciantes que han perdido su medio de vida o que han tenido que invertir grandes cantidades de dinero para poder abrir otra vez sus negocios y que viven con la incertidumbre de verse obligados a cerrar en cualquier momento por no poder hacer frente a las deudas", ha precisado por su parte Lacalle.
