Un joven recibe 25 puntos de sutura en la cara tras una pelea multitudinaria en Zaragoza

La Policía detiene a cuatro de los implicados en la reyerta, pero los testigos hablan de hasta diez involucrados.

Foto de Urgencias del Hospital Miguel Servet de Zaragoza
Foto de Urgencias del Hospital Miguel Servet de Zaragoza
Toni Galan

Un joven de 22 años tuvo que ser trasladado el pasado domingo a urgencias del hospital Miguel Servet con graves cortes en el rostro tras ser víctima de una violenta agresión durante una pelea multitudinaria a las puertas de un bar de la avenida de César Augusto. Por esta reyerta, en la que según los testigos llegaron a verse implicadas hasta diez personas, la Policía Nacional practicó finalmente cuatro arrestos, entre ellos, el del joven agredido, identificado como Mouad O., y el del su presunto atacante, Soufiane M., de 29 años.

La trifulca, por la que también fueron detenidos Jawad G. y Mouhcine I., ambos de 27 años, se produjo sobre las 8.20 por motivos que todavía se desconocen y ahora se investigan. Según explicó el propietario del local a los agentes, la bronca se inició en la calle, donde un grupo de jóvenes de origen marroquí y argelino empezaron a darse golpes y tirarse todo tipo de objetos, desde botellas de cristal hasta sillas.

La violenta disputa hizo que algunos vecinos alertaran a la sala del 091, ya que pudieron ver que varios de los implicados estaban sangrando. Y lo cierto es que cuando llegaron las patrullas observaron que uno de los jóvenes tenía graves cortes. Como supieron después, le habían roto una botella de cristal en la cara. Una vez en urgencias, los sanitarios tuvieron que ponerle hasta 25 puntos de sutura. No fue el único asistido, puesto que también los otros detenidos presentaban contusiones o cortes.

Según ha podido saber HERALDO, los investigados, a los que defienden los letrados Carmen Sánchez, Luis Ángel Marcén, Carlos Estremera y Mercedes Lasierra, suman hasta 18 antecedentes policiales. Dos ellos, Soufiane M. y Mouhcine I., arrastran siete reseñas cada uno por delitos de lesiones, robo con violencia, resistencia a la autoridad, atentado, desobediencia o desórdenes públicos, entre otros.

De hecho, cuando se encontraban en los calabozos volvieron a insultar y amenazar a los agentes, que al cachear a uno de los detenidos le localizaron cinco fragmentos de una sustancia rocosa de color blanco oculta en la ropa interior. Tras pasar por el juzgado de guardia, los cuatro quedaron en libertad en calidad de investigados.

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