Los Urbos 100 ya están casi listos: así son los dos nuevos tranvías de Zaragoza
Las nuevas unidades iniciarán las pruebas a final de año para poder estar en servicio a mediados de 2024.
Todavía con olor a nuevo y con algunos detalles por pulir, los dos nuevos tranvías Urbos 100 de CAF, que se incorporarán a la flota de 21 convoyes actualmente en circulación en Zaragoza, están casi listos. De hecho, en la planta de la avenida de Cataluña ya se han iniciado los primeros ensayos para que a final de año puedan estar en las cocheras de Valdespartera para iniciar la fase de pruebas. El objetivo de la concesionaria y del Ayuntamiento es que inicien su circulación comercial a mediados de 2024.
La alcaldesa de Zaragoza, Natalia Chueca, acompañada por el consejero delegado de CAF, Javier Martínez Ojinaga, y la gerente de la sociedad Los Tranvías de Zaragoza, Ana Moreno, han visitado este viernes la nave de CAF donde está uno de los tranvías, que han supuesto un coste de 8,38 millones de euros, financiados en un 90% por fondos europeos Next Generation. También asistió la nueva concejal de Medio Ambiente y Movilidad, Tatiana Gaudes, y el delegado de Transportes, Miguel Ángel Muro, así como los responsables de la planta de CAF en Zaragoza.
Chueca ha destacado que la fabricación de los vehículos ha permitido la creación de 50 puestos de trabajo, además de suponer una mejora de la calidad del servicio al mejorar la capacidad de transporte del 10%, lo que se notará especialmente en las horas punta. También abre más posibilidades de circulación de tranvías dobles. Respecto a las frecuencias, podría ser la vía para reducirlas unos segundos por debajo de los cinco minutos.
“Además va a mejorar la seguridad y la eficiencia energética”, ha dicho Chueca. Javier Martínez Ojinaga ha destacado el compromiso de CAF con Zaragoza, donde da empleo a 900 personas, un tercio de ellos titulados superiores, que fabrican tranvías para ciudades de todos los lugares del mundo. Ha anunciado además inversiones en 9 millones de euros en la planta de Zaragoza.
El nuevo Urbos 100
Aunque mantiene la esencia de actuales Urbos 3, especialmente en el interior, pero hay diversos cambios destacados. El más importante es el aspecto exterior del testero, la cabina que ocupa el conductor, que es más amplia entre otros motivos para ganar en visibilidad y, por tanto, en seguridad. En este sentido, en caso de choque podrá absorber más energía. Además, se moderniza el diseño y el tranvía adopta formas curvilíneas en el frontal, generando la forma de una sonrisa.
Aunque no se notan tanto, en el interior también hay cambios: iluminación led, mejora en las baterías y 100% piso bajo, sin escalones ni ninguna barrera arquitectónica. Aunque habrá menos pantallas, estas serán más grandes y visibles. Y se va a producir una modificación que el usuario advertirá enseguida: las validadoras cambian de posición para evitar filas en el acceso al tranvía y ganar en comodidad. Los cristales están tintados para ganar en eficiencia energética y se amplía el número de ventanas abatibles (pasan de 4 a 8) para mejorar la ventilación.
Por lo demás, las dimensiones son similares a las actuales: son unidades de 32 metros de largo, con 5 coches sobre tres bogies y capacidad para unas 221 personas. Los asientos de los pasajeros se modifican. Son de Plástico Reforzado con Fibra de Vidrio (PRFV) pintado en color similar al resto de tranvías. Se han previsto 48 plazas sentadas y zonas para personas de movilidad reducidas.
Ana Moreno ha subrayado la complejidad de la fabricación del tranvía “para dar una solución sencilla a los usuarios”. Solo un detalle: en el proceso intervienen 1.755 proveedores distintos que proporcionan las más de 5.000 piezas y conjuntos de elementos que tiene cada convoy. En los 32 metros de un Urbos hay 30 kilómetros de cables.
Ha explicado que en diciembre estarán las dos unidades en las cocheras para empezar a hacer pruebas dinámicas allí, paso previo de la “marcha en blanco”, que según el calendario establecido podría comenzar en el segundo trimestre de 2024. Se trata de viajes sin pasajeros todavía en los que se testa el funcionamiento del vehículo y su relación con el resto de las infraestructuras de la línea.
