El Ayuntamiento de Zaragoza prorrogará la contrata del bus más allá del 31 de julio

Las nuevas condiciones no entrarán en vigor al menos hasta el próximo año.

Uno de los nuevos autobuses eléctricos de la flota municipal, con el tranvía de fondo
Uno de los nuevos autobuses eléctricos de la flota municipal, con el tranvía de fondo
Francisco Jiménez

El Ayuntamiento de Zaragoza prorrogará la actual contrata del bus urbano más allá del 31 de julio. El servicio seguirá rigiéndose por las condiciones pactadas en 2013 mientras se trabaja en el nuevo pliego, que fijará el coste del transporte público para los próximos años. Será, además, la base de la esperada reordenación de líneas, un asunto en el que el Consistorio lleva tiempo trabajando y que se ha visto retrasado por la pandemia del coronavirus y las consecuencias de la invasión rusa de Ucrania.

La decisión tendrá que ser aprobada en una de las próximas reuniones de Gobierno. Por el momento se desconoce hasta cuándo tendrá que prorrogarse la contrata, aunque todo apunta a que las nuevas condiciones no entrarán en vigor hasta 2024, ya que en 2013 pasaron más de cinco meses entre la publicación del pliego de condiciones y su adjudicación.

Entonces, Transportes Urbanos de Zaragoza, ahora Avanza, se hizo con el concurso con un precio de 3,850 euros el kilómetro, rebajando los 3,861 planteados inicialmente por el Ayuntamiento. Este volverá a ser un elemento determinante, siendo previsible que aumente como consecuencia del encarecimiento de los costes energéticos.

Desde 2013 se han aprobado hasta seis modificaciones de contrato, centrándose una de las últimas en la prórroga de la edad de ‘jubilación’ de los buses ante el retraso de los nuevos vehículos eléctricos. En lo que respecta al futuro mapa del bus urbano, el primer gran cambio será la línea circular anunciada por Natalia Chueca en campaña, que conectará ocho distritos, aunque habrá más. La intención, explican fuentes municipales, es hacer una reordenación "progresiva" en función de los estudios de demanda y necesidades. El mejor ejemplo será el propio circular exprés: primero se analizará cómo funciona y si se ve que se tienen que hacer cambios, se introducirán.

Desde el Consistorio aseguran ser conscientes de que este es un tema sensible que afecta a miles de zaragozanos, por lo que las modificaciones se harán poco a poco, con una transición por líneas para evitar cambios abruptos como los vividos hace diez años.

En 2013, durante la última etapa del gobierno de Juan Alberto Belloch, el cambio de contrata supuso la mayor revolución en tres décadas. La implantación del tranvía hizo que se suprimieran dos líneas, la 20 y la 45, y se modificaran otras once, como la 23, la 24 o la 33, alterando el día a día de 140.000 usuarios y obligando a hacer más transbordos, lo que provocó numerosas quejas, dudas y despistes. En total se recortaron cerca de tres millones de kilómetros. La red pasó de abarcar 721 kilómetros a 593, y el número de paradas se redujo de 2.108 a 1.869. Además, se introdujeron otras novedades, como la actualización de las multas por no llevar billete, que pasaron de apenas seis euros a 50.

Las peticiones de los barrios

De cara a la elaboración de los nuevos pliegos, la Federación de Asociaciones de Barrios de Zaragoza (FABZ) y la Unión Vecinal Cesaraugusta reclaman un sistema que tenga en cuenta los nuevos desarrollos de la ciudad, especialmente zonas como Miralbueno, Arcosur o Parque Venecia.

Para el presidente de la FABZ, Manuel Arnal, tendría que introducirse "un criterio corrector", ya que, en su opinión, el pago por kilómetro "es oneroso para la ciudad". También ve necesario revisar las frecuencias y las inspecciones ante el "deficiente estado de los autobuses" y los "profundos problemas laborales" que han ido saliendo a la luz. "Si no se toman decisiones acertadas estamos condenados a una movilidad pública de sobresaltos", vaticinó Arnal.

Por su parte, Constancio Navarro, presidente de la Unión Vecinal Cesaraugusta, pide participación ciudadana para identificar los nodos principales y la revisión del Plan de Movilidad Urbana Sostenible (PMUS). Además, insta a evitar solapamientos como los de las líneas 24 y 36. "Es un tema complejo que esta corporación tendrá que afrontar. Esperemos que sus decisiones favorezcan el interés general", dijo.

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