El lema de 'Si bebes no conduces', aunque muy popular y asumido en la cultura general, sigue siendo un desconocido para algunos. Es el caso de un vecino de Calatorao que, en la noche del lunes al martes, sobre las once de la noche, acabó empotrando su coche, un Seat Toledo, en el monolito que preside la rotonda situada en la confluencia de la avenida Zaragoza de La Almunia de Doña Godina con las calles Florián Rey y Miguel de Cervantes. Se da la circunstancia que justo en esa intersección se sitúan la comisaría de la Policía Local y un taller y concesionario de la misma marca del automóvil implicado.

Según ha podido confirmar HERALDO, el conductor, de mediana edad, no resultó herido de consideración y tampoco ocasionó daños personales a nadie más. Las pruebas de alcoholemia arrojaron un resultado positivo que superaba con creces los límites permitidos para estar al volante.

Según se puede apreciar en el vídeo difundido a través del perfil en redes sociales de la aplicación Social Drive, el vehículo circulaba en sentido entrada a la localidad desde la carretera que precisamente llega del municipio de residencia del accidentado y por la velocidad y el bordillo que ejerció las funciones de rampa dio un pequeño salto.

La pieza que se sitúa en el centro de la rotonda, colocada como homenaje a los agricultores una vez que se adecuó la calle y realizada en un taller de Muel, no ha tenido ningún daño de consideración.

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Ante la cercanía y al encontrarse dentro del casco urbano, el conductor, por su parte, fue detenido por la Policía Local, por lo que no fue necesaria la intervención de la Guardia Civil. Así, fue puesto a disposición judicial en los juzgados de la localidad y se enfrenta a un juicio rápido por los posibles dañados ocasionados.