zaragoza

La Hermandad de San Gregorio, la entidad más antigua del Arrabal, se resiste a desaparecer

La componen alrededor de 200 hermanos de este barrio y de San Gregorio, la mayoría de edad avanzada. Las nuevas generaciones trabajan para mantenerla con vida.

Romería de la Hermandad a la ermita de San Gregorio en 2022
Romería de la Hermandad a la ermita de San Gregorio en 2022
Oliver Duch

La Hermandad de San Gregorio es la entidad más antigua del Arrabal y cuenta con alrededor de 200 hermanos de este barrio y de San Gregorio, en la capital aragonesa. Su fecha de fundación no se conoce con exactitud pero es del siglo XVI. Los miembros más mayores rondan los 80 años y, por desgracia, las nuevas generaciones no están cogiendo el relevo. Por eso, la actual junta la componen vecinos de mediana edad que quieren dar un nuevo aire a la hermandad con el claro objetivo de mantenerla con vida.

La sede de la hermandad se sitúa en la parroquia de Altabás, a la que pertenece la ermita de San Gregorio, ubicada dentro de los terrenos militares del campo de maniobras de San Gregorio. Cada año se nombra un mayordomo, alternando al Arrabal y a San Gregorio, que puede disponer de este santuario para distintas celebraciones, siempre solicitando permiso a la Academia General Militar

“Solo pedimos (para incorporarse a la hermandad) que se tenga voluntad e interés por mantener las tradiciones del barrio, la fe, las costumbres, la devoción de nuestros mayores y la devoción del Santo"

Fueron los labradores del barrio del Arrabal quienes crearon esta entidad, cuyo principal acto era y sigue siendo, la romería del mes de mayo hasta la citada ermita. Allí se celebra una misa votiva en honor a San Gregorio Magno y actualmente es la única romería urbana que se mantiene con vida en Zaragoza capital. 

Otra de las curiosidades de esta hermandad es que el rey emérito, Juan Carlos I, es hermano de honor. Así, la actual junta está en trámites con Casa Real para que ahora lo sea el rey Felipe VI y también la princesa Leonor

Antiguamente, para incorporarse a la hermandad se necesitaba la recomendación de un hermano así como “ser un buen cristiano” pero, ahora, con los tiempos que corren, no hay más requisito que tener ganas de colaborar. “Solo pedimos que se tenga voluntad e interés por mantener las tradiciones del barrio, la fe, las costumbres, la devoción de nuestros mayores y la devoción del Santo”, explica Isabel Muñoz, secretaria de la Hermandad de San Gregorio.

Romería de la Hermandad a la ermita de San Gregorio en 2022
Romería de la Hermandad a la ermita de San Gregorio en 2022
Oliver Duch

El objetivo de la junta actual es dar a conocer la existencia de esta entidad que ha visto cómo el Arrabal y San Gregorio evolucionaban y crecían con el paso de los siglos. Junto con la celebración de la romería, que es el acto principal del año, la labor de la hermandad se dirige a colaborar con la parroquia en su labor con los más desfavorecidos. “Nos gustaría poder ayudar más, por ejemplo, en el reparto de alimentos que se hace porque nos consta que hay necesidades. Pero no tenemos medios ni dinero”, resume Isabel. La cuota para formar parte de la hermandad es de siete euros al año y en la romería se invierten cerca de 800 euros en los panes benditos que se reparten a los asistentes.

“La hermandad tiene muchos años de antigüedad y no queremos que se pierda. Por eso estamos intentando darle visibilidad, para mantener una tradición del barrio que no cuesta prácticamente nada ni económicamente ni de tiempo”

Al inconveniente del escaso presupuesto se suma que la comunicación entre los alrededor de 200 hermanos no es sencilla. “La anterior junta todavía pasaba por las casas para recoger la cuota del año y se enviaba todo por correo postal. Ahora hemos creado un grupo de WhatsApp y mandamos comunicaciones por correo electrónico pero hay muchas personas que no usan las nuevas tecnologías”, explica Isabel. 

No obstante, desde la hermandad son conscientes de que el cambio generacional llevará tiempo y de que ahora se encuentran en una etapa de transición. “La hermandad tiene muchos años de antigüedad y no queremos que se pierda. Por eso estamos intentando darle visibilidad, para mantener una tradición del barrio que no cuesta prácticamente nada ni económicamente ni de tiempo”, resume Angelines Jarque. hermana miembro de la junta. En esta misión, una de las líneas que siguen es intentar comunicarse más con el resto de hermanos y no hablar solo una vez al año, en la romería de mayo.

Por el momento, desde la Hermandad de San Gregorio ya están notando algo más de notoriedad entre los vecinos del Arrabal y San Gregorio. Es un primer paso para seguir avanzando en su misión de mantener con vida una tradición única en Zaragoza y continuar dinamizando los barrios desde una entidad fundada hace siglos que ahora trata de adaptarse a los nuevos tiempos.

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