tribunales

Juzgan si un joven abusó de una chica en Zaragoza aprovechándose de que había fumado un porro

La chica también había bebido cervezas, combinación que según declaró le hizo perder la capacidad de reaccionar. 

El acusado, Crístofer A. E., durante su declaración este martes en la Audiencia de Zaragoza.
El acusado, Crístofer A. E., durante su declaración este martes en la Audiencia de Zaragoza.
H. A.

La Audiencia juzgó este martes a un joven por abusar presuntamente de una chica aprovechándose de los efectos que le causó un porro de marihuana, droga que probaba por primera vez. Además del cannabis, la joven había bebido cervezas, combinación que le causó gran malestar y somnolencia, tanto que le hizo perder la capacidad de reaccionar, como contó al tribunal.

El imputado, Crístofer A. E., de 20 años, negó las acusaciones y declaró que no tocó a la joven. Sí que reconoció que compartió un porro con ella y acto seguido se quedó dormida en un colchón en el suelo de su cuarto y se despertó un par de veces "agitada" porque se sentía mal, pero luego se volvió a dormir. Mientras tanto, él estaba en la cama con otra chica, amiga suya, con la que tuvo relaciones sexuales. "Cuando me desperté no estaba ninguna de las dos", manifestó.

Todo esto ocurrió en la noche del 29 de enero de 2022. Crístofer A. E. quedó en un bar de San Vicente Mártir con una amiga, que llegó con otra joven, a la que no conocía. Estuvieron tomando cervezas y, sobre las 2.00, se fueron al domicilio del acusado, un piso compartido en el que tenía alquilada una habitación. "Lié un par de porros porque esperaba a un amigo y ella me pidió un par de caladas porque quería probarlo".

La chica contó que se sintió mal y se durmió, pero al despertarse una vez sintió que Crístofer A. E. la estaba tocando en la zona vaginal. Aunque le recriminó su actitud, se quedó de nuevo dormida porque no tenía capacidad de reaccionar. Cuando volvió a despertarse se fue a casa angustiada por lo ocurrido y lo denunció.

Los análisis revelaron que había ADN del joven en sus bragas, algo que para el abogado de la acusación, Jorge Gómez Lite, demuestra que cometió un delito de abusos y pide 25 meses de cárcel. Sin embargo, la defensa, a cargo de Noemí González, alega que esos restos bien pudieron haberse quedado adheridos por dormir en el colchón de su cliente.

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