COMERCIO

El paraíso de la 'papelería creativa' cumple 20 años en el corazón de Zaragoza

La tienda Piedra, Papel y Tijera, en la calle Méndez Núñez, celebra estos días sus dos décadas entre cartulinas, libros ilustrados y juguetes educativos.

Luis Alejandre, ayer, en el interior de su comercio.
Luis Alejandre, ayer, en el interior de su comercio.
Oliver Duch

No es una papelería al uso. Eso se ve en cuanto los clientes comienzan a preguntar por instrumentos para el ‘lettering’ o para el ‘scrapbooking’. "No, nunca ha sido una papelería convencional. No tenemos material escolar o de oficina, digamos que estamos más centrados en cuadernos ilustradores, papeles de regalo, encuadernaciones artesanales...". 

Luis Alejandre celebra estos días con talleres especiales y alguna que otra fiesta los 20 años que han pasado desde que subió la persiana de Piedra, Papel y Tijera, tienda que se ha convertido en un referente en el universo de la papelería y las manualidades. "Abrí en 2003 en otro local, en la calle de los Hermanos Argensola, y fue en 2017 cuando me instalé en Méndez Núñez", explica. "Siempre me ha gustado la papelería artística y conforme fue pasando el tiempo la tienda fue evolucionando, en función del mercado y de mis gustos, hacia una oferta más centrada en álbumes, sellos, tintas, pegatinas…”.

"Durante el confinamiento por la pandemia el interés por las manualidades experimentó un auge enorme"

El fuerte de Piedra, Papel y Tijera es lo que llaman el ‘lettering’ -todo lo que abarca la caligrafía- y el ‘scrapbooking’, que para los no iniciados viene a ser "los típicos álbumes en los que se van pegando fotos, entradas, sellos, invitaciones y adornos, pero de una forma más artística y con la intención de preservar recuerdos".

Respecto a la caligrafía, en el espacio pueden hallarse rotuladores de impronunciables marcas japonesas y cuadernos Rhodia de los que usan diseñadores y arquitectos. Sobre el ‘scrapbooking’, en la tienda se suelen llevar a cabo talleres con las últimas técnicas y tendencias para iniciarse en una curiosa disciplina, que experimentó un tremendo auge en el momento de la pandemia. "En el momento del confinamiento se conoce que mucha gente se puso a hacer manualidades y entonces sí se experimentó un crecimiento importante. Ahora, poco a poco, todo vuelve a su ser", explica Alejandre. Los citados talleres están abiertos a todo tipo de público -los hay infantiles y para adultos-, pero es cierto que hay un perfil que se repite preferentemente: el de mujeres de entre 25 y 50 años. Allí se pone a prueba su destreza con troqueladoras, pegatinas, adornos, papeles decorados… 

El escaparate de la tienda la pasada campaña de Navidad.
El escaparate de la tienda la pasada campaña de Navidad.
Heraldo

Otra curiosa disciplina cuyo material también se oferta en la tienda es el ‘chalk paint’, es decir, la práctica para dar una segunda vida a los muebles a través de la pintura de tiza. Con su especial composición se puede aplicar directamente a la pieza sin necesidad de lijar o imprimar y “sirve también para retocar otros materiales como tela, plásticos o vidrios”, explican.

¿Cómo consigue Alejandre actualizarse para estar a la vanguardia de este tipo de papelería? “Hoy en día todo se mueve por las redes sociales. Allí sigues perfiles creativos que te dan ideas y te inspiran. También es verdad que aparecen clientes que te piden material para hacer nuevas técnicas que han visto en internet y, entonces, no queda otra más que investigar en qué consiste y buscar proveedores”.

Algunos ejemplos del taller de tarjetería de Yolanda Mistrerreyes.
Algunos ejemplos del taller de tarjetería de Yolanda Mistrerreyes.
Heraldo

A lo largo de estas dos décadas, la papelería ha tenido que esquivar crisis económicas y, también, la mentada pandemia. "Ha habido que surfear muchas olas", dice el propietario, que -no obstante- también agradece el título que le otorgan algunos cliente como "tienda más bonita del Casco Histórico". “Eso es lo que compensa las horas de no dormir, de quebraderos de cabeza, de pensar en cómo vestir el escaparate que es la carta de presentación de la tienda...”. El comercio por dentro tiene también su parte de atractivo y no solo por el material que reúne, sino porque -incluso- se asoman por el local dos columnas del siglo XVI que emergieron en la rehabilitación del edificio.

Junto a sus fustes, gran cantidad de papeles artesanales y estampados, juguetes educativos puzzles, recortables, piezas de madera), láminas y libros ilustrados por algunos autores de renombre como Mónica Carretero, Esther Gili, Olga de Dios, Beatriz Entralgo, Coco Escribano, Berta Maluenda…

La fiesta de cumpleaños de la tienda se celebró el pasado sábado -hubo incluso regalitos personalizados a los clientes más fieles- con “una veintena de personas que nos reunimos para ‘scrapear’, reír y brindar por la tienda”. Sin prisa pero sin pausa, Piedra, Pepal y Tijera prepara ya los siguientes talleres con alguna sorpresa como la presencia de la artista Laura Balboa, que acudirá al local el próximo día 10 para compartir todo lo que sabe sobre el ‘scrapbooking’. 

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