Reparar las torres y las cornisas del Pilar costará dos años y al menos tres millones de euros
Tres se vallarán por seguridad y los primeros andamios se colocarán ya la próxima semana.
Reparar las torres y las cornisas de la basílica del Pilar costará dos años y al menos tres millones de euros. La caída de una piedra de dos kilos desde la torre de Santa Leonor el pasado lunes ha terminado precipitando los tiempos, estando previsto que los primeros andamios se coloquen ya la semana que viene. El área de Urbanismo envió ayer un nuevo requerimiento al Cabildo –el tercero en cuestión de un año– y acordonó provisionalmente tanto esta torre como la de San Francisco de Borja, que se unen a la de Nuestra Señora del Pilar, vallada desde septiembre de 2022 tras la caída de areniscas.
Si no hay contratiempos, el proyecto, en el que se lleva meses trabajando, se visará la próxima semana y se enviará a Patrimonio, según explicó el técnico de la basílica, Guillermo Jariod. Mañana mismo terminarán las obras del andador exterior de la cubierta oeste, que permitirán resolver el problema de filtraciones de la capilla de San Judas, y acto seguido se colocarán los nuevos andamios, que irán desde la cúpula central –que también tendrá que ser revisada–, hasta la torre de Santa Leonor, en Echegaray y Caballero.
Tanto esta última torre como la de Santiago –la que se encontraría en peor estado–, se acotarán en cuestión de dos o tres semanas con una valla de chapa de color beige como la ya instalada en la torre de Nuestra Señora del Pilar, un elemento que reducirá el impacto visual y garantizará un perímetro de seguridad ante posibles nuevos desprendimientos.
Las labores se prevén especialmente complejas por la altura de las torres. El primer análisis realizado con los drones de los Bomberos de Zaragoza confirma que hay al menos "cuatro zonas claras" en las que ha saltado el mortero, un problema que afecta a distintos puntos del templo.
La basílica del Pilar es Bien de Interés Cultural (BIC), motivo por el que cualquier actuación debe pasar antes por la Comisión Provincial de Patrimonio, que en su sesión del 23 de febrero autorizó las obras de urgencia en la cornisa de la torre sureste.
El concejal de Urbanismo, Víctor Serrano, recordó que el Cabildo tenía varias órdenes de ejecución pendientes, motivo por el que ayer se decidió actuar de forma subsidiaria "por motivos de seguridad". El propio edil estuvo en contacto con el Cabildo, al que informó de las decisiones tomadas por el Consistorio. El Ayuntamiento ha vuelto a reclamar una revisión "generalizada" de la basílica en vista de la situación, ya que lo que en principio es un problema menor –hasta ahora no ha habido que lamentar daños personales– puede convertirse "en uno mayor" si una de estas piedras le cae en la cabeza a algún viandante. También pide a la Iglesia que ponga especial atención a la torre de Santiago, la más cercana los antiguos juzgados. "Con todas estas cuestiones que afectan a la seguridad ciudadana hay que tener mucho cuidado", expuso.
De acuerdo con Serrano, los achaques del Pilar se centran "en las torres", ya que en el resto del templo "parece que no hay ningún problema". La intención sigue siendo aplicar un tratamiento prácticamente piedra a piedra para reparar todos los elementos en mal estado, un protocolo que permitirá ahorrar costes y evitará tener que cortar aquellas que no presenten desperfectos.
El estado actual
Según Jariod, el fragmento de dos kilos que se desprendió el pasado lunes –que obligó a los Bomberos a actuar con una autoescala de 30 metros–, procedía de uno de los ‘rodapiés’ que recubre la torre de Santa Leonor.
El paso del tiempo y la climatología adversa son los principales motivos detrás de estas incidencias, que vivieron su primer episodio hace un año. Ocurrió en esta torre, circunstancia que provocó que el Ayuntamiento ordenase una primera revisión preliminar del exterior del edificio.
Atendiendo al informe remitido ayer a la dirección de obra por parte del arquitecto municipal, tres de las cuatro torres quedarán valladas en las próximas horas. Ayer por la mañana, tres habían sido acordonadas de forma provisional y en la cuarta, la de Santiago, se medía el perímetro para establecer las correspondientes medidas de seguridad.
