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La boda más taurina, con el coso de La Misericordia como escenario
Los empresarios Emilio Peña y Noelia Loscos celebran la ceremonia en la plaza de toros de Zaragoza con la presencia de 300 invitados.
El empresario Emilio Peña es un gran aficionado a los toros y casarse en el coso de La Misericordia le hacía especial ilusión. Lo solicitó en la Diputación de Zaragoza y después de cumplir con todos los trámites, este viernes se hizo realidad su sueño.
Fue una boda multitudinaria en la que Emilio y su pareja, la empresaria del sector peletero Noelia Loscos, estuvieron arropados por 300 invitados. El año pasado ya se había celebrado una ceremonia en el coso zaragozano y esa cita fue la chispa que encendió la llama. “Cualquier persona lo puede solicitar -comentaba Emilio Peña el día anterior-, pero el Colegio de Arquitectos tiene que visar un plan de evacuación, organizar la seguridad, pagar un seguro de responsabilidad civil, además del alquiler y un aval importante”.
Antes de pisar el albero, a la una del mediodía se ofició la ceremonia civil en el Salón de Recepciones del Ayuntamiento de Zaragoza. La ofició la concejala Carmen Herrarte y al acto solo pudieron asistir 70 invitados.
Media hora más tarde esperaba una calesa en la plaza del Pilar, que se dirigió con los novios hacia la iglesia de San Juan de los Panetes y, de allí, por la avenida César Augusto y el paseo de María Agustín, hacia la plaza de toros. Entró por la puerta grande. En el interior ya estaba todo organizado, con la superficie de la plaza distribuida como si fueran tres quesitos de Trivial. En uno de ellos se celebró la segunda ceremonia, dirigida por el abogado Óscar Ruiz-Galbe, en la que intervinieron amigos del novio como Diego Peña o el oftalmólogo Jorge Pradas.
El altar lo presidieron un traje de luces de Ricardo Aguín ´El Molinero` y el capote de paseo con la Virgen del Pilar con el que tomó la alternativa. El torero asistió a la boda, en la que la representación mayoritaria fue de profesionales del Derecho como el abogado José Luis Blanco o el notario Alberto Verde. También estuvo la viuda de Bigas Luna, Celia Orós, amiga de la familia.
Picoteo alrededor de mesas altas y taburetes
Tras los discursos, los invitados se acercaron al segundo quesito del Trivial, donde Nacho Machín, del restaurante El Foro, desplegó el festín culinario. Tiene la experiencia de la boda del año pasado en la plaza de toros, así que el novio confió en él.
El formato fue de picoteo alrededor de mesas altas y taburetes. Fideuá, steak tartar, ostras, pulpo, quesos, foie, anchoas en salmuera y tapas de tres de los bares que Emilio Peña tiene en el Tubo (El Burladero, Vinos Nicolás y Ö Gastrobar) dieron forma al menú.
La comida la amenizó el cantante Big Moon a ritmo de baladas; luego llegaron las rumbas y el flamenco de Junco. También hubo una sorpresa musical para la novia de la mano de Los Rebujitos y del tema ´Todos los besos`. A requerimiento de Emilio Peña y de camino a la Feria de Abril de Mataró, el grupo gaditano paró en Zaragoza donde tocó tres temas.
También se preparó un gran escenario donde el grupo Los 80 Principales dinamizó la tarde noche con versiones de los años 80 y 90. El concierto no se prolongó mucho. A las once cesó la música y a recoger.
