Zaragoza destina 3,5 millones para derribar 11 edificios privados en ruina y otras obras ajenas

El Ayuntamiento tuvo que intervenir 45 veces por situaciones de urgencia desde 2019 para luego pasar la factura. El Casco Histórico es el distrito que acumula más inmuebles en mal estado.

Limpieza del interior del edificio de Compromiso de Caspe en Zaragoza
Limpieza del interior del edificio de Compromiso de Caspe en Zaragoza
Francisco Jiménez

El Ayuntamiento de Zaragoza ha destinado 3,5 millones de euros en los últimos cuatro años a ejecuciones subsidiarias. En total, entre 2019 y 2022 se llevaron a cabo 45 actuaciones de estas características, es decir, intervenciones que por tratarse de una situación de urgencia el Consistorio ha acometido y sufragado en edificios o solares de titularidad privada para después pasar el recibo al propietario. De estos, 11 fueron inmuebles que tuvieron que ser derribados total o parcialmente por su mal estado. El Casco Histórico es el distrito que más casos de estos registra, según los datos facilitados por Urbanismo.

Son los técnicos de este área los que se encargan de evaluar el estado de conservación de los edificios, en inspecciones rutinarias o tras recibir un aviso, y los que determinan si, en caso de que la estructura esté irremediablemente dañada, es necesario proceder al derribo. Aunque no está incluido en este balance, es lo que ocurrió hace apenas dos semanas en el número 17 de la calle de Mariano de Gracia, en el Arrabal, donde de la noche a la mañana tuvieron que ser desalojados los 17 vecinos afectados, tres de ellos menores.

En caso de riesgo, se reclama a los propietarios que tomen medidas de forma inmediata, normalmente con un plazo de entre 24 horas o una semana, y si no lo cumplen es el Ayuntamiento quien se encarga de la actuación.

La mayoría de las ejecuciones por edificios en estado de ruina se han producido en el Casco Histórico. Concretamente, en las calles Sepulcro y Zamoray, en este caso en dos inmuebles diferentes, a la altura de los números 8 y 10, que fueron demolidos en mayo de 2020 después de que se derrumbara parte del suelo de un piso que se encontraba en obras. Allí residían 12 personas.

Sobre todo, en Pignatelli

Es precisamente esta degradada zona del Gancho la que más actuaciones subsidiarias acumula, hasta un total de 13. Del resto, dos de ellas consistieron en la limpieza de edificios que habían sido okupados y se encontraban en mal estado en las calles de Pignatelli y Cerezo y las demás fueron obras de otras características.

Como ocurrió hace dos semanas en el edificio de Compromiso de Caspe, en Las Fuentes, en varios de ellos ha sido un incendio el que puso fin a la complicada situación que se vivía en esos inmuebles. Pasó también, por ejemplo, en el 67 de Pignatelli, donde Urbanismo tuvo que intervenir de forma subsidiaria y tapiar los accesos tras desalojar a las personas que lo okupaban. O recientemente en el 43, el edificio más conflictivo de la zona que acumulaba numerosas detenciones e intervenciones de la Policía Nacional.

Para tratar de revitalizar este entorno y poner fin a este problema, el área de Urbanismo ha adquirido a través de diferentes procedimientos distintos solares y edificios valorados en 5,2 millones de euros. Posteriormente, el plan es habilitar allí vivienda pública.

También se tuvo que intervenir en este periodo en tres inmuebles del Rabal (travesía del Vado, calle de la Estación y camino Torrecillas), dos de Torrero (Las Palmas y Tiro), otros dos de la zona de Cogullada (avenida de Cataluña 262 y 314) y otro en Juslibol que se encontraban en estado de ruina. Igualmente, se actuó en 5 solares en Delicias, el Arrabal y el Actur. 

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