Polvo, mitin, viento y sol

Hace días que los responsables de organización de Podemos en Madrid y los periodistas que cubren su información nacional llamaban a Zaragoza con cierta preocupación. “¿Parece que va a hacer fresco, no?”, era la pregunta más repetida. La celebración de una Fiesta de la Primavera al aire libre siempre se hace mirando al cielo, pero más si es en la capital del cierzo. “Ya me dijo Pablo Echenique que aquí siempre hace mal tiempo, o mucho frío o mucho calor, tenía razón”, bromeaba Ione Belarra en el mitin principal del acto.

Lo hacía agarrando con fuerza el atril para evitar que el viento lo tumbara, y con los folios del discurso grapados a cartones. La fuerza del viento era tal que incluso ha sobrevolado la sombra de la suspensión, siempre de acuerdo a las recomendaciones de los bomberos. Finalmente no ha sido necesario, aunque sí ha habido que trasladar el acto central de la jornada a una carpa cerrada con menor aforo. Mucha gente se ha quedado fuera, pero la ilusión de este tipo de eventos electorales se ha mantenido intacta. “¡Sí se puede!”, era el lema más jaleado.

Imágenes del mitin de Podemos en Zaragoza

“Hijas del cierzo, bienvenidas a Aragón”, les ha transmitido la líder autonómica, Maru Díaz, a las delegaciones llegadas de fuera. Mientras, la organización se afanaba por mantener la compostura de un programa plagado de actividades con los pesos pesados de la formación, desde las ministras Ione Belarra e Irene Montero, hasta Pablo Iglesias, pasado por Juan Carlos Monedero. Echenique, aun convaleciente de su dolencia, no ha podido asistir.

El polvo que levantaba el cierzo en la explanada de la Torre del Agua hacía aún más molesta la celebración de la jornada. Los equipos de organización de Podemos incluso pasaban un paño por los portátiles de los periodistas para limpiar las pantallas. Y más de un asistente rescataba alguna mascarilla perdida por el abrigo para filtrar el aire que respiraba.

Como una metáfora del ADN de Podemos, la jornada ha ido saliendo adelante frente a viento y marea, con los militantes haciendo piña y la música en directo y las barras de hostelería como apoyo inefable. Por la tarde están previstas más mesas redondas y conciertos, siempre pendiente de la velocidad del viento.