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La nueva plaza Salamero divide a los vecinos: unos la ven "moderna" y otros "recargada"

Los ciudadanos aplauden el final de unas obras que han durado tres años y han costado 5,2 millones, pero sobre el resultado, no se ponen de acuerdo. 

Fotos de la nueva plaza de Salamero de Zaragoza
Fotos de la nueva plaza de Salamero de Zaragoza
Oliver Duch

No ha dejado indiferente a nadie. La inauguración de la nueva plaza de Miguel Salamero ha levantado expectación este jueves en Zaragoza, sobre todo si se tiene en cuenta que hacía más de tres años que los ciudadanos no pisaban este céntrico enclave de la ciudad. Tras tanto tiempo de obras, en las que hubo incluso que levantar toda la losa que cubre el aparcamiento subterráneo, y una inversión millonaria obligada por un error estructural que se produjo durante la construcción, las ganas de poder contemplar el nuevo equipamiento libre de las vallas que lo cubrían hasta ahora eran máximas. Y ante tanta expectativa, no todos han salido contentos. 

El peculiar diseño por el que ha optado el Ayuntamiento de Zaragoza, con enormes parterres a modo de colina, grandes estructuras metálicas por donde se extenderá, cuando haya crecido, la vegetación trepadora y una fuente vertical, ha despertado casi tantas críticas como pasiones. Los hay que han alabado su arquitectura por ser "moderna" y del siglo XXI, pero también otros vecinos han encontrado la plaza demasiado "recargada". 

Han hecho falta más de tres años, actuaciones de urgencia y una inversión millonaria, pero los zaragozanos por fin vuelven a poder pisar la plaza de Salamero.

Una de las primeras en acceder a Salamero tras la inauguración ha sido Trini, zaragozana que aunque no reside en la zona no ha querido dejar pasar la ocasión de comprobar el resultado de los trabajos. Y tampoco ella se decidía a la hora de dar su veredicto. "Me parece bien, me gusta mucho la zona de los olivos", decía, al tiempo que comentaba que, por contra, encontraba la plaza en general "demasiado llena y artificiosa". 

También se encontraban allí, al mediodía, Urbano Vázquez, Teresa y Asún, que pese a que las obras llegaron de forma obligada consideraban que ya era más que necesaria una intervención. "En general hacía falta, estaba sucia y con mal olor", rememoraban. Sí que reconocían que el nuevo diseño incluye "mucho hierro", pero creían que cuando las plantas hayan crecido el resultado será mucho más vistoso y "acogedor". Como defecto, apuntaban que el espacio entre los bancos y las zonas infantiles es, según ellos, demasiado estrecho. "Si pasan con un carro te pillan el pie", comentaban, mientras apuntaban al suelo. 

Justo bajo las futuras enredaderas se encontraban Mercedes Ferrer, Charo Procas y María José Madre, que aseguraban que una nueva plaza "siempre es de agradecer". No obstante, opinaban que la inauguración había sido "un poco prematura". "Esas cuerdas con las plantas estarán bien pero ahora están horribles, con esto de las elecciones han corrido mucho", añadían. 

Los comercios de Salamero terminan su "martirio" 

Pero si alguien se encontraba este jueves aliviado de que por fin la plaza de Salamero haya reabierto al público eran los dueños y trabajadores de los comercios del entorno. Con la retirada de las vallas y el fin de la suciedad, el polvo y el ruido, estos establecimientos han puesto fin a meses y meses de "martirio" que, según han denunciado en numerosas ocasiones, han provocado una importante disminución de sus ventas. 

En la tienda de juguetes Toy Club era un día de celebración, tanto que incluso estaban haciendo regalos a sus clientes con motivo de la inauguración. "Estamos muy contentas. Por fin han acabado, está todo limpio y no tenemos ruido, no nos lo podemos creer", aseguraba tras el mostrador Virginia García. Apuntaba que con la fuente y los nebulizadores de agua que se han instalado en los distintos parterres la plaza iba a ser, una vez la vegetación haya crecido lo suficiente, un lugar "muy fresquito" en el que protegerse de las altas temperaturas. Pero sobre todo, estimaba que se va a convertir en un foco de actividad que supondrá todo un revulsivo para el negocio.

También Luis Fernando Fernández, de Comercial Algodonera, mostraba sus esperanzas de que por fin las ventas comiencen a recuperarse movidas por la cantidad de personas que pasarán por la plaza para comprobar el resultado de las obras y que volverán a incluir esta ruta en sus desplazamientos diarios. No obstante, era más crítico y lamentaba que en tres años "nadie se haya preocupado por la situación de los vecinos y los comercios", a quienes lamentaba que el Ayuntamiento ha "negado ayudas". "La han inaugurado deprisa y corriendo y mal. Todavía está a medio hacer y cargadísima de estructuras metálicas", lamentaba. 

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