Inmobiliaria

Devaluación del precio de los pisos por el ruido en Zaragoza: "Perdemos fácilmente unos 40.000 euros"

Las inmobiliarias estiman que el precio de los inmuebles en zonas como el Casco Histórico -o incluso cerca del Aeropuerto- se devalúa en torno al 25%.

Los bares y terrazas del centro de Zaragoza lucen estos días llenos de gente con motivo de unas fiestas del Pilar en las que acompaña el buen tiempo.
Bares y terrazas del centro de Zaragoza.
Francisco Jiménez Cabrera

Las 5.00. Intentas conciliar el sueño porque te levantas pronto para ir a trabajar, poder aprovechar el día, ver a tus familiares o ir al gimnasio. El murmullo de un grupo de personas que se encuentran en la salida de un bar se entremezcla con la música que suena lejana. De pronto, las voces 'por lo bajini' se transforman en gritos, una pequeña pelea, y mucho bullicio. 

Las agencias inmobiliarias estiman que, en Zaragoza, el precio de un piso puede llegar a devaluarse entre un 20% y un 30% por culpa del ruido. Este problema subsiste, sobre todo, en el Casco Histórico, pero también en otras zonas cercanas a grandes carreteras o incluso al Aeropuerto.

"La devaluación por el ruido depende bastante de diversos factores. En un mismo bloque, puede haber viviendas que dan a la calle de discotecas o al patio interior", detalla Pedro Arellano, gerente de Gestión Inmobiliaria Zaragoza. En una casa bien aislada, "el ruido de la música ni siquiera se oye con las ventanas cerradas", dice, ya que las discotecas "cumplen con la licencia municipal". No obstante, los inmuebles situados en el exterior "se pueden devaluar". "Donde más, en la calle Mayor, hasta un 25% o 30%". "Cuesta venderlas. Si un inmueble en cualquier otro lugar se vende en un mes, aquí te cuesta tres, cuatro o cinco. Igual lo tienes que vender en 150.000 euros en vez de 200.000", añade Arellano.

La inmobiliaria Aldebre confirma también esta circunstancia. David López, gerente, asegura que "en las zonas que hay mucho ruido, la demanda de compradores baja". "Esto pasa porque son conocedores del problema y a nadie le gusta tener debajo de casa una zona muy ruidosa", detalla. En verano, las ventanas de la vivienda suelen estar abiertas por el calor, lo que causa que, por muchos cerramientos que tengan, vivir en una de estas zonas situadas encima de comercios, bares o vías muy transitadas sea un suplicio. "Esto puede restar en torno a un 15% al valor de la vivienda", cifra López.

Vista de los bares en el Tubo de Zaragoza
Vista de los bares en el Tubo de Zaragoza
Oliver Duch
El perfil de los compradores de las viviendas situadas en estas zonas es el de personas jóvenes

Desde la inmobiliaria Aldebre aseguran que este problema "ha existido desde siempre" en Zaragoza. Desde hace años viene siendo una reivindicación de los vecinos del Casco Histórico y del Tubo. "En este área las viviendas están más devaluadas. Hay gente que le puede apetecer vivir en una zona céntrica, pero a muchos de ellos, sobre todo gente de avanzada edad, no les gusta cuando finalmente lo hacen", dice el gerente. El perfil de los compradores de estas casas suele ser el de "personas jóvenes que suelen salir de marcha" los fines de semana, por lo que "no les importa tanto" el bullicio.

"Es insufrible vivir así"

Luis Martínez es uno de los vecinos que vive justo en la calle Mayor y que sufre esta situación, que califica de "insufrible" cada fin de semana. Quiere vender su casa, porque no aguanta más y no quiere vivir más allí. "Cuando compré la vivienda en la calle Mayor no había terrazas en la calzada ni este nivel de ruido. Adecuamos la vivienda insonorizándola todo lo que pudimos, pero realmente el problema del ruido del ocio nocturno persiste", relata Martínez, miembro de la asociación zaragozana Stop Ruidos, entidad que denuncia constantemente esta situación.

"No puedo gastarme más dinero en insonorizar más. Tengo hasta las ventanas con tres tipos de cristales. Eso es mucho dinero"

El principal problema no son los bares o discotecas, sino la gente que se acumula fuera. "Nosotros nunca pensamos que en los escasos 150 metros de calle pudiera haber seis terrazas en la calzada, eso supone unas 200 personas", pronuncia Martínez. Por ello, denuncia que el inmueble "está perdiendo un 25% o un 30% del valor". "Fácilmente podemos estar perdiendo unos 40.000 euros", describe. La vivienda está "totalmente insonorizada y reformada", pero aquellos que la compren se encontrarán con que el nivel de decibelios por la noche "supera los 75 decibelios cuando deberían ser 55". "Es difícil una solución, no puedo gastarme más dinero en insonorizar más. Tengo hasta las ventanas con tres tipos de cristales. Eso es mucho dinero", confiesa Martínez.

Llegados a este punto, propone que estas discotecas sean "trasladadas a polígonos", se facilite el acceso mediante transporte público "para garantizar el derecho al descanso de los ciudadanos" y llevar el bullicio fuera de las calles del centro de la ciudad.

"Hay asociaciones e incluso la Federación de Asociaciones y Barrios de Zaragoza (FABZ) que están empezando a concienciar en este sentido para ver cómo podemos frenar este malvivir. Ya no me imagino lo que sufren los que viven cerca del aeropuerto o de las grandes carreteras de salida de la ciudad", asevera Martínez. Precisa, además, que el Justicia recibe muchas quejas con respecto a este tema, e "intentó instar al Ayuntamiento a que creara una ordenanza de protección contra la contaminación acústica e instalara sonómetros para hacer un mapa". "El Casco se está vaciando de vecinos, el comercio se está marchando. Es lamentable", se queja este zaragozano.

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