zaragoza
La Iglesia de Zaragoza aplica técnicas de marketing religioso para avanzar en la evangelización
El plan diocesano de la Archidiócesis de Zaragoza se centra este año en la renovación de las comunidades.
La Archidiócesis de Zaragoza lleva inmersa desde el año pasado en el plan diocesano 'vita', que recoge unas líneas de trabajo propuestas por el arzobispo Carlos Escribano hacia todas las comunidades parroquiales y grupos eclesiales.
Como explica Raquel Martínez, delegada para dicho plan diocesano, este 2023 se plantea el trabajo en ocho líneas estratégicas que cada grupo o comunidad de la Archidiócesis podrá ir concretando en sus actividades. "No es una obligación. Hay unas primeras que están centradas en la renovación interna; es necesario salir del entorno de la parroquia y para eso necesitas una formación. Haciendo especial hincapié en el trabajo con los jóvenes, los pobres y el medio rural", detalla.
En 2022, estuvieron volcados en el Sínodo de Obispos lanzado por el papa Francisco a nivel de toda la Iglesia católica. "Hicimos coincidir esa primera etapa de este plan 'vita' con la fase de consulta del Pontífice sobre toda la situación de la Iglesia. Es un sínodo de obispos, pero participó todo el mundo. En Zaragoza hubo más de 400 grupos trabajando y más de 1.500 aportaciones individuales. Podría aportar cualquiera -creyentes y no creyentes-, había una web abierta con una serie de preguntas", explica.
En cuanto a este año, Martínez también resalta como novedoso las herramientas de marketing que están utilizando para acercarse a la sociedad del siglo XXI. "La Iglesia en Zaragoza aplica técnicas de marketing religioso para avanzar en la evangelización. Estamos trabajando con Carlos Luna, un experto que ha hecho un manual específico. Se trata de aplicar esas técnicas para repensar las actividades y que realmente se adapten a lo que la sociedad necesita", dice.
Además, se quiere dar un impulso a las redes sociales y una mayor presencia en los medios de comunicación no eclesiales, tal y como se recoge en el plan diocesano. Y, dentro de los espacios de diálogo, importante es el proyecto Atrium. "Carlos Escribano está teniendo cafés y encuentros con personas de distintos ámbitos profesionales para conocer cuál es la visión que tienen de la Iglesia y qué se puede hacer para ser más cercana. Hasta ahora el arzobispo de Zaragoza se ha reunido con gente que trabaja en el ámbito universitario, sanitarios de hospital y de Atención Primaria y con periodistas", apunta.
