Villarroya del Campo pide desviar una línea de alta tensión para que no afecte al pueblo y a la biodiversidad
El Ayuntamiento considera que el estudio de impacto ambiental del tendido que evacua de las plantas fotovoltaicas del entorno no tiene en cuenta el impacto sobre el sisón y que el proyecto no ha tenido en cuenta un yacimiento celtíbero y su mirador.
El Ayuntamiento de Villarroya del Campo ha remitido una contestación al trámite de audiencia por la construcción de la línea de alta tensión que unirá las subestaciones transformadoras de Cilleruelos, Camporomanos y Cuevas unidas a los proyectos fotovoltaicos de Forestalia en la zona.
En concreto, el Consistorio de esta localidad de la comarca de Daroca pide al Inaga que la empresa levanté el tendido por un "trazado alternativo más sostenible medioambientalmente, menos dañino con el patrimonio y el turismo y que lo aleje del casco urbano de Villarroya del Campo y lo acerque a la A – 23".
Argumentan en el escrito, rubricado por el alcalde, José Carlos Franco, y acompañado de varios informes, que el estudio ambiental "no recoge el impacto sobre la biodiversidad puesto que afecta a poblaciones actualmente existentes de una especie recientemente declarada en peligro de extinción", en referencia al sisón, por lo que considera que queda obsoleto.
Por otra parte, señalan que el proyecto "no ha tenido en cuenta la existencia del yacimiento celtíbero protegido 'El Castillo', a menos de 500 metros del trazado propuesto". A eso unen que, desde el aspecto turístico, quedan arruinadas las vistas desde el mirador que se habilitó en 2014.
Franco recuerda que esta iniciativa se sustenta en la oposición frontal del municipio y sus gentes a la construcción de esta línea tan próxima al casco urbano, ratificada en la reunión de la corporación municipal del 6 de noviembre".
En el escrito, se subraya que el pueblo, a través de fondos europeos y de la Diputación de Zaragoza, ha invertido "cerca de un millón de euros del presupuesto municipal" con destino a zonas verdes, una vivienda de uso turístico, la rehabilitación del casco urbano, de la iglesia y de la ermita; así como el mirador y y la musealización de los vestigios celtíberos.
En la última asamblea de la localidad, se aprobó refrendar a la corporación para pedir la modificación del trazado o su soterramiento. Al mismo tiempo, valoran la posibilidad de realizar movilizaciones y protestas. Franco explica que no se acudió al periodo de alegaciones sino que recurren al trámite de audiencia como último recurso.
