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La jueza archiva la denuncia contra 5 policías de Zaragoza acusados de lesiones y falsedad

Un presunto traficante denunció a los funcionarios apoyándose en las grabaciones del circuito de seguridad del bar donde lo detuvieron.

Grabación cámara de seguridad bar santander
Fotograma de las grabaciones que fueron usadas por el presunto traficante para denunciar a los policías. El hombre que está de rodillas en el suelo es el agente de paisano que sujeta al detenido.
HA

La titular del Juzgado de Instrucción número 4 de Zaragoza ha decretado el archivo provisional de la denuncia por falsedad y lesiones interpuesta por un presunto traficante contra los cinco policías nacionales que lo detuvieron. La intervención se produjo el pasado 15 de noviembre en un bar de la calle Santander, donde el delincuente trató de ocultarse tras ser interceptado en actitud sospechosa en la urbanización Parque Roma. La defensa solicitó las grabaciones de las cámaras de seguridad del establecimiento donde se produjo el arrestado para aclarar lo ocurrido. Y al comprobar que lo que decía el atestado oficial no coincidía con lo que se veía en las imágenes, decidió denunciar a los funcionarios.

Según el informe policial, K. A. L. V., de 24 años, reaccionó de forma especialmente violenta contra el agente de paisano que lo persiguió y logró atraparlo en el interior del bar La Terraza. El funcionario aseguró que este hombre no solo acometió contra él propinándole “varios puñetazos”, sino que también trató de arrebatarle la pistola. Los uniformados que acudieron a ayudar a su compañero manifestaron que se encontraron al policía en el suelo y que el delincuente estaba «encima de este, tratando de arrebatarle el arma reglamentaria». Según estos, lograron impedírselo y procedieron a inmovilizarlo, aunque el investigado se resistió «de forma activa» soltando «varias patada». Sin embargo, la defensa entendía que las grabaciones ponían en entredicho la versión oficial de lo ocurrido.

El vídeo muestra cómo el agente de paisano entra corriendo en el bar detrás del supuesto traficante, quien tropieza contra una mesa y cae al suelo boca abajo. Ello permite al policía colocarse desde el primer momento encima de él, engrilletarlo e incluso contactar por radio con la central del 091 para pedir refuerzos, que apenas tardan 20 segundos en llegar. Cuando lo hacen, el presunto traficante sigue tumbado en el suelo con el funcionario que lo había capturado encima.

«De las imágenes no se desprende nada de lo que indican: ni violencia, ni resistencia, ni agresiones por parte de K.A. L.V., que se encuentra tumbado en el suelo sin moverse», decía en su denuncia la abogada del detenido. E iba va más allá, al asegurar que, pese a la actitud pasiva de su cliente, este es golpeado con una defensa por el policía de paisano «de forma totalmente innecesaria».

Una detención "proporcionada"

Tras visionar las imágenes, la jueza llega ahora unas conclusiones muy distintas. Para empezar, recuerda que las heridas que sufrió el denunciante y que atribuía a una “desmedida” actuación policial son “una impotencia funcional en el hombro y unas equimosis en muñecas”. Lesiones que tilda de “leves” y que serían consecuencia de una inmovilización y detención “proporcionadas”. La magistrada reconoce que una mesa del bar impide ver “de forma franca” qué ocurrió y cómo se comportó el investigado, al que imputa, eso sí, una actitud “resistente a su detención”.

“Analizada la grabación, no se aprecia que el agente denunciado quisiera menoscabar la integridad física del denunciante, sino inmovilizarlo y detenerlo ante su actitud agresiva y poco colaborativa”, dice en su auto la jueza, que admite que en la grabación no se distingue si el detenido intentó quitar el arma al policía. Entiende por ello que no estaría justificado seguir una investigación penal contra este policía ni contra sus compañeros, ni por lesiones dolosas ni por falsedad. Porque, como también señala la magistrada, el atestado policial que indica que el delincuente estaba sentado encima del agente, cuando en las imágenes se ve que era al revés, “tiene mero valor de denuncia y recoge la versión de los hechos de los agentes actuantes”.

El sindicato policial UFP, representado por el letrado Fernando Rodríguez Burgués, se personó en la causa para demostrar que ningún delito había cometido el agente que persiguió e inmovilizó al supuesto traficante. De ahí que ahora aplauda el archivo de la denuncia.

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