sucesos
Una joven de Zaragoza acusa a un amigo de subirla a su casa a la fuerza para violarla
La madre del presunto agresor, que estaba en la vivienda y escuchó ruidos, llamó a la puerta del dormitorio de su hijo preguntando qué ocurría.
Un joven de 28 años se sentará próximamente en el banquillo de los acusados de la Audiencia Provincial de Zaragoza como presunto autor de la agresión sexual denunciada por una amiga de 24. La violación se habría producido en el propio domicilio del investigado, José Luis G. G., al que la chica acusa de taparle la boca y cogerla con fuerza del brazo para tirar de ella y subirla a su dormitorio.
Los hechos por los que la Fiscalía solicita ahora una condena de ocho años de prisión para el procesado se remontan al 20 de agosto de 2021. Aquella noche, el presunto violador y la víctima habían estado de fiesta con un grupo de amigos en la zona de bares de León XIII. En un momento dado, ambos decidieron marcharse junto a un amigo a un establecimiento del paseo de la Constitución. Y desde allí, los tres encaminaron después sus pasos hacia los bares del Casco Viejo.
Cuando interpuso la denuncia, la joven explicó que, pasado un rato, perdieron de vista al tercer amigo. Y al quedarse sola con José Luis G. G., ella propuso poner fin a la noche y regresar a casa. Al acusado le pareció bien, por lo que caminaron juntos hasta llegar al portal de la avenida de San José donde reside el primero.
La denunciante mantiene que, una vez allí, el joven le preguntó si quería subir a su casa. Al parecer, ella rechazó la invitación, pero su amigo no habría aceptado el no por respuesta. «Guiado por un evidente propósito libidinoso, le tapó la boca y la agarró fuertemente por un brazo, obligándola de esta guisa a subir al domicilio», sostiene el Ministerio Público. Cuando ya estaban en la vivienda, continúa, «la introdujo en su habitación, le quitó por la fuerza la ropa y la tumbó en la cama», donde supuestamente la violó sin utilizar preservativo.
Según la Fiscalía y la acusación particular, a cargo de la letrada Carmen Sánchez Herrero, la denunciante «lloraba y pedía –al acusado– que parase». Sin embargo, aquello no habría detenido a José Luis G. G., que solo reaccionó cuando su madre, que se encontraba en la vivienda, llamó a la puerta preguntando qué sucedía.
Aprovechó para zafarse de él
La joven explicó a la Policía que fue precisamente ese momento de confusión el que le permitió quitarse de encima al agresor y vestirse rápidamente para intentar huir. Con tanta premura lo hizo, que se golpeó en un muslo con un mueble del dormitorio, sufriendo una lesión de la que también luego tuvo que ser asistida en urgencias. Parece que fue también en ese intervalo de tiempo cuando el amigo al que habían perdido de vista en el Casco Viejo llamó por teléfono al procesado para ver dónde estaban. Parece que el joven escuchó gritar a la chica, por lo que acudió en coche a casa de su amigo. Al llegar, este último bajaba a la denunciante cogida por la nuca.
