El Gobierno central aprueba las zonas de bajas emisiones que Zaragoza tardará todavía meses en aplicar

La norma entra en vigor en enero, pero PP-Cs dice que aún hay que hacer una ordenanza. Chueca recuerda que la mayoría de los ayuntamientos no llegará a tiempo.

Vista del paseo de María Agustín, uno de los que acumula más tráfico en Zaragoza.
Vista del paseo de María Agustín, uno de los que acumula más tráfico en Zaragoza.
Guillermo Mestre

A solo cinco días de entrar en vigor, el Consejo de Ministros aprobó este martes el real decreto que regula las zonas de bajas emisiones, que establecen restricciones de acceso a vehículos contaminantes. El Gobierno central rechazó las prórrogas solicitadas por los ayuntamientos y la norma será de obligado cumplimiento el 1 de enero. No obstante, Zaragoza, como la mayoría de las ciudades españolas, no solo no la aplicará de momento, sino que tardará todavía meses en hacerlo, dado que tiene que redactar y aprobar una nueva ordenanza municipal.

Las zonas de bajas emisiones son obligatorias para municipios de más de 50.000 habitantes, por lo que en Aragón deben implantarse en Zaragoza y Huesca. Hace algo más de un año se elaboraron unas directrices, pero la Federación Española de Municipios y Provincias (FEMP) ha tratado de retrasar su aplicación sin éxito.

El modelo que fija el Estado es bastante abierto, dado que no se determina ni las tipologías de vehículos a los que se les debe restringir el acceso ni el perímetro. La capital aragonesa avanzó en su diseño hace año y medio. Por entonces, el proyecto del área de Movilidad preveía vetar el paso a los vehículos de gasolina que superen los 21 años de antigüedad y los de diésel de más de 15. Su extensión estaba por definir, pero se valoraba hacerla coincidir con el segundo cinturón, la circunvalación que crean los paseos de Pamplona y María Agustín con Echegaray y Caballero. Pero la cercanía de las elecciones y el rechazo de Vox, socio de PP-Cs, fueron reduciendo la ambición municipal. Finalmente, el Ayuntamiento apuesta por limitar la zona de bajas emisiones al perímetro fijado por el Coso Bajo y Alto y la avenida de César Augusto, en el Casco Histórico. Para las labores de control, se tenía que poner en marcha una red de videovigilancia para leer las matrículas de los vehículos que accedan al área restringida, además de gestionar una base de datos para controlar su antigüedad. En Zaragoza, estas infraestructuras están vinculadas al futuro contrato de la zona azul, que en está caducado y que ni siquiera ha salido a concurso. El gobierno PP-Cs prevé licitar este servicio en 2023, pero todavía no hay plazo.

La concejal de Servicios Públicos, Natalia Chueca, explicó que el Ayuntamiento aún debe analizar el real decreto, dado que hasta ahora solo se conoce el comunicado de prensa. La responsable municipal dijo que la norma "debe bajar al nivel municipal y cada ayuntamiento debe regular una ordenanza". La FEMP ya ha empezado a trabajar en un borrador.

No quiso avanzar plazos, aunque los tiempos que habitualmente requiere la elaboración de una ordenanza impedirán que la zona de bajas emisiones esté operativa antes de las elecciones. Respecto a las restricciones, Chueca explicó que será por fases. "No vamos a hacer una zona de bajas emisiones que sea transgresora y que afecte mucho a la vida de los ciudadanos", dijo. Defendió otras medidas, como la electrificación de autobuses, y recordó que en Zaragoza no hay problemas con la calidad del aire. Respecto a la situación de vulneración de la norma, dijo que la mayoría de los municipios están igual.

Se estudiará "caso por caso"

Conocido el incumplimiento mayoritario por parte de las capitales obligadas a establecer una zona de bajas emisiones, la pregunta ahora es qué hará el Gobierno central. Y más teniendo en cuenta que la Ley de Cambio Climático no establece un régimen sancionador. Fuentes del Ministerio apuntaron que no es necesario, y que si se da un incumplimiento se sigue el proceso habitual de reclamación entre administraciones. No obstante, señalaron que se analizará "caso por caso" para comprobar el grado de ejecución de la zona de bajas emisiones diseñada por cada ciudad. No parece que, en año electoral y con buena parte de las grandes capitales en contra, se vaya a iniciar una campaña sancionadora.

Huesca tampoco cumplirá a la espera de los fondos europeos

El Ayuntamiento oscense avanza hacia la movilidad sostenible pero aún tardará en aplicar el real decreto. Está pendiente del resultado de la convocatoria de fondos europeos a la que opta con el proyecto MueveT en verde: transformación digital, sostenible y segura de la movilidad en Huesca. Su eje es la implantación de la Zona de Bajas Emisiones (ZBE) en un sector de 1.800.000 m2, donde reside el 60% de la población.

La primera de las tres líneas del proyecto es la puesta en funcionamiento de una ZBE, un espacio en el que se trabaja para mejorar la calidad de aire, con la restricción de acceso de los vehículos más contaminantes. Las otras dos líneas de actuación se centran en acciones para calmar el tráfico y mejorar la seguridad en itinerarios escolares y en la digitalización para optimizar la movilidad y calidad ambiental. Todas estas propuestas se irán poniendo en marcha hasta 2025.

El presupuesto asciende a 2,8 millones de euros, de los que la UE podría financiar hasta 2,1 millones. I. G.ª M.

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