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La AP-2 se convierte por primera vez en la carretera más peligrosa de Aragón

La liberalización de la autopista dispara el tráfico un 54% y deja un balance de cinco fallecidos en 2022. Aragón suma este año 67 muertos de tráfico, 25 más que en 2021, que dejó un mínimo histórico.
 

El accidente ha ocurrido a media tarde de este martes.
Uno de los accidentes registrados este año en el tramo aragonés de la AP-2.
DPZ

A solo doce días para acabar el año, los 67 fallecidos de tráfico (57 en carretera y 10 en casco urbano) hacen imposible que Aragón mejore el mínimo histórico que se consiguió en 2021, cuando la DGT contabilizó 43 víctimas mortales. Pero el balance anual de siniestralidad vial arroja más lecturas, una de las más destacadas, que la AP-2 se convierte por primera vez en la carretera más peligrosa de la red viaria de la comunidad. Así lo confirman las cinco muertes que se han registrado ya durante el que será su primer año completo desde la liberalización.

El repunte de la siniestralidad era en cierta forma previsible, ya que al hacer gratuita la autopista se esperaba un incremento notable del tráfico. Y así ha sido, porque las únicas mediciones oficiales que existen hasta la fecha hablan de un aumento del 54% en cuanto al número de desplazamientos. Sin embargo, al no habilitar nuevas salidas y accesos en la AP-2, no se ha conseguido todavía que el tráfico pesado abandone definitivamente la maltrecha N-II, lo que se ha vuelto a traducir en una importante pérdida de vidas. De hecho, con cuatro fallecidos, esta nacional sin desdoblar se aúpa a la segunda posición en el ranquin de vías más peligrosas de Aragón en 2022.

Por niveles de aforo, el único eje viario comparable al que une Zaragoza con Barcelona sería la conexión con la capital de España a través de la A-2. Según datos oficiales del Ministerio de Transportes, antes de la pandemia, el punto de medición de la A-2 situado a la altura de la Plataforma Logística de Zaragoza (Plaza) contabilizaba 36.958 vehículos diarios, de los cuales 6.263 (un 17%) eran camiones. Parece que este importante flujo de tráfico se ha recuperado tras el fin de las restricciones de movilidad que impuso la covid-19, pero la autovía de Madrid ha registrado este año un único accidente mortal.

Las últimas estadísticas oficiales antes de la liberalización de la AP-2 decían que por Gelsa transitaban cada día 5.624 vehículos, entre ellos 3.965 camiones (un 70%). Por la N-II, que discurre en paralelo, a su paso por Bujaraloz se registraban entonces 7.200 desplazamientos, de los cuales 4.632 eran camiones (un 64%).Es cierto que sumando ambas carreteras el tráfico pesado del eje Zaragoza- Barcelona, con 8.597 trailers, supera el del eje con Madrid. En cualquier caso, la comparativa de fallecidos sigue siendo desproporcionada.

Cifras trágicas en Huesca

El balance del año que está a punto de acabar permite más lecturas. Por ejemplo, el significativo repunte de los accidentes mortales en la provincia de Huesca, circunstancia que ha contribuido sin duda a empeorar las cifras sin precedentes que en 2021 se registraron en Aragón. Según fuentes de la DGT, si entonces fueron 10 las personas que se dejaron la vida en territorio altoaragonés, en este ejercicio lo han hecho 24: un 140% más.

Para explicarse tan trágicos guarismos, habría que atender a dos factores. Por un lado, el gran número de motoristas fallecidos este año en las carreteras de Huesca, porque si en toda la comunidad han muerto once, siete circulaban por vías de esta provincia. También ha contribuido a empañar las estadísticas oscenses el hecho de que solo dos siniestros se cobraran cinco vidas: las de dos cuñados que cayeron con su coche a un canal de riego en Binaced el 13 de abril y las de tres vecinos de Sabiñánigo en una colisión que se produjo en la A-136 a su paso por Biescas el 11 de junio.

Los números tampoco han sido buenos en la red viaria de Zaragoza, donde se contabilizan 27 decesos, 7 más que en 2021. La única provincia que sale favorecida en la ‘fotografía’ de la DGT es Teruel, que suma 6 fallecidos en la recta final de 2022, dos menos que hace un año.

La N-232 ha sido históricamente una carretera maldita, pero la apertura del desdoblamiento del tramo de Figueruelas a Mallén (A-68) ha hecho caer drásticamente la siniestralidad. Hasta el punto de que el único accidente mortal se registró hace solo unos días y en el tramo que discurre en dirección Castellón. La víctima fue un joven que volvía de entrenar al fútbol cuando se cruzó en su camino un conductor ebrio.

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