El recuerdo a las víctimas del terrorismo de San Juan de los Panetes, más legible que nunca

El Ayuntamiento de Zaragoza ha pintado las letras de color rojo ya que se trata de tipos romanos de la epigrafía imperial.

La inscripción en el muro que recuerda a las víctimas, con las letras en rojo.
La inscripción en el muro que recuerda a las víctimas, con las letras en rojo.
Guillermo Mestre

El 30 de enero de 1987, la banda terrorista ETA hizo estallar un coche bomba al paso de un autobús militar junto a la iglesia de San Juan de los Panetes de la capital aragonesa. El vehículo se dirigía a la Academia General Militar y en el atentado murieron Manuel Rivera Sánchez, comandante ingeniero del Ejército de Tierra, y el conductor, Ángel Ramos Saavedra. Además, otras 40 personas resultaron heridas.

La zona del atentado sufrió tremendos destrozos: coches y edificios padecieron los efectos de la terrible explosión. La iglesia de San Juan de los Panetes y otros edificios pertenecientes a órdenes religiosas resultaron con serios desperfectos.

En el lugar del atentado, una inscripción en el muro recuerda a las víctimas: "En este lugar atentó el terrorismo contra personas civiles y militares de la Academia General Militar. Sucedió el día 30 de enero de 1987. Zaragoza guarda aquí conmovida la memoria permanente de las víctimas". 

La inscripción en el muro que recuerda a las víctimas, con las letras en rojo.
La inscripción en el muro que recuerda a las víctimas, con las letras en rojo.
Guillermo Mestre

Hasta hace unos días, el texto estaba pintado de blanco. Ahora, es más visible que nunca ya que el Ayuntamiento de Zaragoza ha coloreado las letras de rojo. Al ser tipos romanos de la epigrafía imperial, el color correcto es el actual, que ayuda además a que la inscripción sea legible.

35 aniversario

A principio de este año, el Ayuntamiento de Zaragoza y la Asociación de Víctimas del Terrorismo (AVT) organizó, en el mismo lugar en el que ocurrió y 35 años más tarde, un homenaje para no olvidar a quienes sufrieron, como aseveró el alcalde, Jorge Azcón, "uno de los atentados más brutales que se ha cometido en la historia de la ciudad".

Al acto, al que acudieron el subdelegado del Gobierno en Aragón, Fernando Beltrán, representantes del Ejército, la Guardia Civil y la Policía Nacional, concejales del gobierno municipal y otras autoridades, consistió en una ofrenda de flores blancas, que se colocaron junto al mural conmemorativo.

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