Maluenda revive en sus Crónicas de un pueblo el motín para mantener al párroco

La cita, que cumplió 10 años en la calle, se sirve del archivo para recuperar hechos históricos a los que unen varias actividades.

Crónicas de un pueblo en Maluenda.
Crónicas de un pueblo en Maluenda.
Macipe

Las calles de Maluenda, en particular su plaza Baja, han vuelto a ambientarse este sábado por décima ocasión para acoger sus 'Crónicas de un pueblo', un evento que traslada a esta localidad de la comarca Comunidad de Calatayud hasta principios del siglo XX. Tras dos años sin celebrarse con normalidad por culpa de la pandemia, el hilo conductor de este año ha sido la recuperación del episodio que puso en pie de guerra a todo el municipio para que el cura de aquel entonces no se marchase, escenas representadas por la compañía local de teatro 'El Trinquete'.

"Contamos siempre hechos que pasaron de verdad, como en este caso. En 1901, la prensa, a nivel nacional, recoge que hubo un motín porque se quería trasladar al párroco. También que se dio una oleada de robos en las casas parroquiales", explicaba Esperanza Sánchez, presidenta de la Asociación Somos Maluenda, que impulsa la organización de la jornada. Así, el primer acto tuvo lugar ayer, con la interpretación de 'Historias de un confesionario', que reunió a más de 500 personas.

A este respecto, Sánchez explicaba que "detrás hay un equipo de investigación, encabezado por Jesús Gil y Silvia Molina, que se dedican a buscar en el archivo y tienen documentadas muchísimas noticias antiguas". A esa labor, luego la complementan "con una parte de humor y de ficción, pero siempre con una base de realidad". Con todo ello, subraya "el pueblo se llena" porque "vienen los que viven fuera pero mantienen lazos, lo que queremos es generar vínculo y arraigo, con las familias".

Así, este año se pudo recuperar el acto que llaman 'Galanicos y galanicas', que es la entrega de una mijarreta (una hucha) a los niños y niñas nacidos entre las ediciones de 2019 y la presente. Este año han sido un total de 27, 17 chicos y 10 chicas. Además durante la mañana, en el entorno de la plaza, se han desplegado varios puestos de alimentación y artesanía, como el de la SAT Santa Justa. "Es una manera de visibilizar nuestro trabajo y colaborar con la fiesta", explicaba su responsable, Alberto Ortego.

"Es un día de mucha alegría y de emoción, después de dos años recobrar. Que se llene con gente de aquí y de poblaciones vecinas y no tan vecinas, de León, de Guadalajara", apuntaba la alcaldesa, Carmen Herrero. Valoraba la regidora que es "volver, tras dos años, a escenificar y dar a conocer trabajos y oficios de principios de siglo". También hubo espacio para el homenaje al grupo de cantores y cantoras de la iglesia, como Visitación Pérez: "Es precioso que te muestren aprecio por lo que hemos hecho".

En la plaza decenas de personas han presenciado las escenas, incluidos los vecinos del pueblo que iban caracterizados de la época. "Nos encanta participar y salir, porque es una fiesta que es importante para nosotros", comentaban Vicente Florentín y Carmen Dueñas, que se habían desplazado desde Zaragoza.

Por la tarde, se inaugura la exposición 'Pensamientos de luz y piedra' y tendrá lugar un taller de juegos tradicionales. También se acogerá el segundo campeonato de lanzamiento de hueso de melocotón con la boca, el tiro de boina y beber a bota. La jornada la cierran los Dulzaineros del Bajo Aragón, un reparto de patatas asadas y la Rondalla Bilbilitana.

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