zaragoza
Los okupas del edificio incendiado en Pignatelli vuelven a por lo "imprescindible"
Urbanismo clausura provisionalmente el inmueble tras permitir que sus ocupantes entrasen acompañados por los Bomberos a recoger documentación, algo de ropa y objetos esenciales.
El Ayuntamiento de Zaragoza ha clausurado provisionalmente el edificio okupa de la calle Pignatelli que el pasado viernes fue pasto de las llamas. Sin embargo, Urbanismo permitió que algunas de las personas que residían allí de forma irregular regresaran ayer a por lo «imprescindible». Según fuentes municipales, lo hicieron a primera hora y acompañados por los Bomberos, ya que se desconoce todavía el daño que las llamas han podido causar a la estructura del inmueble y había que garantizar su seguridad.
El fuego se declaró sobre las 13.25 y obligó a los residentes del número 67 a salir corriendo con lo puesto. Según los vecinos de la zona, en este bloque de cinco plantas se habían refugiado algunos traficantes de droga. De hecho, la Policía Científica investiga ahora si el suceso pudo ser provocado por alguien que acudió allí a comprar sustancias ilegales. Los especialistas de la Jefatura Superior de Aragón estuvieron el viernes haciendo algunas pesquisas y regresaron ayer por la mañana para examinar la vivienda del primer piso donde parece que se iniciaron las llamas.
En cualquier caso, en este edificio okupa estaban viviendo también familias enteras con niños. De ahí que el viernes por la noche y ayer a primera hora se permitiera entrar a algunos de los residentes para recoger la documentación, algo de ropa y sus objetos más esenciales.
Según informaron desde el Ayuntamiento, tras esta fugaz visita supervisada, se procedió a la clausura provisional del inmueble, a la espera de que los técnicos del área de Urbanismo lo visiten mañana para evaluar los daños y las medidas a adoptar.
Plan Especial en marcha
La casa siniestrada pertenece a una sociedad de inversión que tiene activos procedentes de bancos. Al parecer, Urbanismo lleva desde principios de año intentando conseguir un acuerdo con los dueños para adquirirla con cargo al presupuesto del Plan Especial Zamoray-Pignatelli, con el que ya se ha formalizado o comprometido la adquisición de hasta 13 propiedades de la zona. Mientras, desde la asociación vecinal Calles Dignas, su presidente, Carlos Blanco, recordaba el viernes que lo ocurrido era una «desgracia anunciada» de la que venían avisando «desde hace tres años».
