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Paros diarios en el autobús urbano: "Entiendo que tengan sus motivos para hacer huelga, pero es una faena"
Este lunes los conductores han retomado la protesta por la falta de acuerdo con la empresa en la negociación del último convenio. Los usuarios vuelven a soportar las afecciones con indignación, cansancio y algunos también con cierta comprensión.
Los paros de una hora en el autobús urbano de Zaragoza repartidos a lo largo del día han vuelto a retomarse este lunes. La empresa Avanza y el comité siguen sin conseguir un acuerdo sobre la negociación del último convenio colectivo que llevan negociando desde que en 2019 perdiera vigencia el actual. La subida salarial se ha convertido en el principal escollo entre Avanza y los conductores. Estos últimos repiten sus protestas en tres horas punta del día.
Este lunes ha sido la primera jornada con paros de una hora de la semana de vuelta al cole, que se repetirán diariamente, en lugar de días alternos como hasta ahora. Los paros previstos este lunes son de 8.00 a 9.00, de 14.00 a 15.00 y de 19.00 a 20.00. Al inicio de la primera hora las paradas del centro de la capital tenían pocos usuarios, en un lunes de regreso de las vacaciones para algunos. Muchos ni estaban al tanto de que se trataba de una jornada de protesta.
Tarde o en taxi
"No lo sabía", ha confesado Ana Cristina Rodríguez, profesora que acudía al trabajo y que no se había visto afectada más días por la huelga. "Acabo de perder la oportunidad de llegar en punto al trabajo", ha lamentado, mirando el reloj y descargando el código QR de la parada de la línea 38, en la avenida de Hernán Cortés, junto a la Puerta del Carmen. Acababa de pasar un autobús y temía que el siguiente tardara demasiado. Respecto a las razones de la protesta ha apuntado que "entiendo que la gente tenga sus motivos para hacer huelga, pero es una faena".
Las afecciones de los paros se espera que sean mayores en los próximo días porque este jueves, día 8, comenzarán las clases. En un corrillo varios usuarios se informaban entre ellos. De tres que hablaban dos no se habían enterado de que había huelga. "Yo sí lo sabía", decía la tercera, Rocío, que venía desde Santa Isabel. Su queja era clara sobre un problema enquistado que ya cansa a los usuarios. "Entro a las 8.30 y llegaré tarde porque tengo que ir hasta Montecanal", ha calculado. Ya se empezaba a preocupar por la hora en la que regresaría a casa a comer porque le cogería el paro de las 14.00. En el corrillo había otras quejas más fuertes de usuarios que criticaban que "cuando van conduciendo van despacio" o que consideraban que con la subida de sueldos "quieren cobrar como los pilotos de Iberia". Alguno levantaba la mano para coger un taxi y evitar el retraso al fichar en el trabajo, con el coste extra que eso le supondría para el bolsillo.
Entre los usuarios más informados habían quien había salido "con tiempo" para evitar llegar tarde. Otros creían que solo serían unos 10 minutos de retraso con los que ya contaban. María iba a trabajar y comprendía que protestaran por las negociaciones y era consciente de que si la huelga era una medida de presión para protestar "o lo hacen para que moleste o no sirve para nada". Sin embargo, ha lamentado que le tocaría llegar "justa o tarde".
Nueva reunión en el SAMA
El horario de los paros se modifica a medida que pasan los días. Este martes serán de 8.15 a 9.15, de 14.15 a 15.15 y de 19.15 a 20.15. Para el miércoles, el inicio se retrasa otro cuarto de hora y el jueves se vuelve a empezar en las horas en punto y así sucesivamente. El Ayuntamiento de Zaragoza ha firmado unos servicios mínimos del 60,1%, que en festivos se situarán en el 46,8%.
Todo ello salvo que haya algún tipo de acuerdo en la próxima reunión entre Avanza y los trabajadores, que tendrá lugar este martes en el Servicio Aragonés de Mediación y Arbitraje (SAMA), que será ya la número 32 de las convocadas en el órgano mediador para intentar llegar a un acuerdo. La última propuesta del SAMA, que no fue aceptada por ninguna de las partes, incluía un aumento salarial para los años de vigencia del convenio del 1% en 2021, el 4% en 2022 y el 3,5% en 2023. En total, una subida del 8,5% en tres años, medio punto más que la propuesta de Avanza, pero que el comité no consideró suficiente ni para someterla a votación con la plantilla. Se incluía una cláusula de revisión salarial del 12% si entre 2020 y 2023 si el IPC real superaba el incremento de la empresa.
