Quejas en la calle Félix Latassa: "La acera lleva un mes puesta y parece que tenga años"
Los vecinos aseguran que el "vandalismo" de la zona va a estropear la calle, que ahora se está sometiendo a una reforma integral.
"Las baldosas de la acera llevan un mes puestas y están negras, parece que tengan años". Es la denuncia de María José Laviñeta, una vecina del bloque 8 de la calle Félix Latassa de Zaragoza, que asegura estar "harta" de "la suciedad y el vandalismo de la zona". "Nos van a dejar una calle preciosa -la vía se está reformando de manera integral- y va a durar dos días porque visto que cada fin de semana es una cosa nueva... Cuando no es un grafiti, son orinas, heces por las aceras o latas de bebidas por los suelos", lamenta la zaragozana.
La reforma de esta calle, ubicada en el distrito Universidad de la capital aragonesa, comenzó en marzo con una inversión de 965.920 euros. Consiste en la renovación de tuberías de agua y saneamiento, en la mejora de la iluminación, en la creación de aceras más anchas, en la incorporación de elementos vegetales (21 árboles de porte medio y plantas arbustivas) y en la mejora de la conexión peatonal con nuevos pasos de peatones, según ha explicado el Ayuntamiento.
Las fachadas de los edificios y locales de esta vía, que según los vecinos siempre ha sido "conflictiva" porque cerca hay un pub, están llenas de grafitis. "Al día siguiente de cambiar la acera, ya habían pintado con spray alguna zona", protesta otra vecina de Félix Latassa, que lamenta "como han dejado" la fachada del local donde se encuentra la Fundación José Antonio Labordeta. También protestan por las "pintadas" el resto de vecinos de la zona. "Es horroroso el aspecto que tiene la calle. Cada día hay más grafitis por las paredes", lamenta José Luis.
Desde el Consistorio aseguran que una vez reabierta la calle, se intervendrán dentro de las "actuaciones habituales" para la limpieza en las vías públicas. "Periódicamente se realizan campañas intensivas, y la contrata municipal se ha reforzado precisamente para atender esta demanda", añaden.
Los vecinos protestan también por el ruido y aseguran que es una situación "dramática". "El griterío y las broncas que montan, impiden el descanso de los que aquí vivimos y con la canícula que corre en estos días sería deseable poder abrir las ventanas y los balcones", denuncia Luis Pérez, que ha dirigido sus quejas al Ayuntamiento a través de un correo electrónico.
"El vandalismo ha crecido desde que comenzaron las obras"
Mónica Leza, que es la dueña de la peluquería Epsilon -situada en el primer tramo de la calle de Félix Latassa, entre Goya y Mariano Barbasán-, lamenta la situación que viven todos los vecinos y negocios de la zona. "La gente es muy sucia. Lo que vemos en esta calle deja mucho que desear. Hay botellones, vomitinas por los suelos, la gente orina por las fachadas... Cada día te encuentras algo nuevo. Todo lo que cuento es poco", lamenta la empresaria.
Los grafitis son otra de las pesadillas de la empresaria. "En dos semanas, me han firmado tres veces las baldosas y al panadero le han pintado hasta el techo de la entrada a su negocio. Además, como abre a las 5 de la mañana... Se encuentra con cada cosa... Una vez le tiraron una cerveza encima por protestar. La verdad es que llevamos una temporada especialmente mala", asegura.
Leza asegura que los vecinos llaman a la Policía "día sí, día también". "Cuando vienen los agentes, toda la gente que está molestando se mete dentro del bar y ahí ya no pueden hacer nada", cuenta.
"No abren el primer tramo porque quieren hacer una gran presentación de la calle y eso nos hace perder miles de euros"
Quico Gimeno trabaja en Ciclofactoría, un negocio de restauración y reciclaje de bicicletas situado en el número 10 de Félix Latassa. En su opinión, "la obra es una maravilla". "Que los coches dejen de pasar a 60 km/h, que haya menos ruido y más acera es muy positivo. Eso hace que la calle vaya a ser más amable. Va a pasar de ser fea y sucia a bonita tranquila", detalla.
A pesar de sus buenas palabras sobre la reforma de la calle, Gimeno asegura que desde el Ayuntamiento "no se está actuando correctamente". "El primer tramo -en el que se localiza Ciclofactoría- lleva terminado desde hace tiempo. Solo falta poner los árboles y la última capa de asfalto. Sin embargo, han paralizado la actividad aquí y han seguido en el siguiente tramo. ¿Por qué? Quieren hacer una presentación por todo lo alto de toda la calle en vez de ir inaugurando tramos. Y eso nos hace perder miles de euros a los empresarios de la zona", protesta.
Desde el Ayuntamiento sostiene que el primer tramo no se abre por "cuestión de seguridad". Gimeno achaca precisamente la suciedad y el vandalismo a este asunto. "Cuando se reabra el tramo, habrá más movimiento y podrá pasar la Policía. Seguro que habrá menos problemas de convivencia", sentencia.
"Nos intentaron romper el escaparate con un ladrillo de la obra"
"Nos intentaron romper el escaparate con un ladrillo de la obra", cuenta Francisco Fernández, trabajador de la clínica de fisioterapia, Fisiosentis, que está ubicada al lado de la peluquería de Mónica Leza. En su opinión, "la discoteca da muchos problemas". "No termino de entender cómo hay un local de este tipo al lado de un Instituto. Hasta el miércoles, no hay movimiento, pero la noche del jueves ya hay algún que otro destrozo o incidente", cuenta. Él fue testigo directo del momento en el que lo operarios comenzaron a trabajar en la acera. "Pusieron las baldosas y al día siguiente, literalmente, ya había un grafiti en el suelo. Es nuevo y parece que sea viejo", cuenta el joven.
La mayoría de clientes de este centro médico son de la zona y le suelen transmiten todas sus opiniones. "Los vecinos están especialmente preocupados por los bancos que van a instalar. Creen que serán nidos del vandalismo porque los utilizarán para reunirse", aclara.
