Zaragoza

Acuchillado en Las Delicias: “Salimos corriendo al oír: "¡Ayuda vecino, ayuda vecino!”

Los residentes del número 60 de la calle de San Antonio Abad de Zaragoza todavía no dan crédito a lo sucedido a su vecino, que sigue hospitalizado en el Clínico.

Los hechos se produjeron en el número 60 de la calle de San Antonio Abad de Zaragoza.
Los hechos se produjeron en el número 60 de la calle de San Antonio Abad de Zaragoza.
Francisco Jiménez

A los residentes del número 60 de la calle de San Antonio Abad de Zaragoza todavía les cuesta encajar lo sucedido. Sobre todo, al hombre que al escuchar a la víctima gritando “¡Ayuda vecino, ayuda vecino!” bajó raudo a prestarle asistencia. “El acuchillado iba lleno de sangre. Y esa imagen todavía no se la ha podido quitar de la cabeza. Supongo que le costará”, explicaba este martes un familiar de este improvisado rescatador, que no pudo dar su testimonio porque estaba en el trabajo.

“Era muy pronto, entre las 6.30 y las 7.00. Escuchamos ruidos extraños y unas pisadas aceleradas, como las de alguien que sale corriendo. Creemos que el agresor huyó de la casa y la víctima intentó darle alcance, pero no pudo y quedó tendida en el rellano”, explicaba esta joven. “Cuando bajó mi cuñado -añadía-, le pareció verle tres cuchilladas, una en el cuello de la que brotaba bastante sangre, por lo que decidió taponársela”. La chica se mostraba incrédula al ser informada de que el acuchillado presentaba hasta una veintena de heridas de arma blanca. “Pero no puede ser, ¡estaría muerto!”, decía. Y lo cierto es que resulta todavía difícil saber cómo pudo salvar la vida.

"Escuchamos ruidos extraños y unas pisadas aceleradas, como las de alguien que sale corriendo", contaba una joven

El hombre que prestó ayuda al acuchillado lo tapó también con una sábana. Habían avisado a las asistencias médicas e iba a permanecer con él hasta que llegaran. Cuando se presentaron en el edificio los médicos, estabilizaron a la víctima y la trasladaron al hospital Clínico Lozano Blesa de Zaragoza. “Esperamos que se recupere pronto”, deseaba la joven.

Sangre en el rellano

El intento de asesinato, que ahora trata de aclarar el Grupo de Homicidios de la Policía Nacional, se produjo en el dormitorio principal del 1º izquierda. “Nuestro piso está enfrente, pero dormimos justo en la parte de atrás y no escuchamos absolutamente nada”, contaba otra vecina. “No fue hasta que salí por la mañana y vi la sangre en la pared cuando me enteré de lo ocurrido. Tuve que limpiarla, porque no quería que mi hijo la viera”, explicaba, señalando el rastro de sangre en el rellano.

Según explicaban algunos de los residentes, la víctima tiene una peluquería y vive desde hace años en el edificio. En cuanto al detenido, que pasará este miércoles a disposición judicial, no llegaron ni a verlo, por lo que no podían contar nada sobre él.

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