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La Policía detecta en Aragón la primera guardería de droga con destino a Europa
Los agentes intervinieron 2.555 kilos de hachís en una operación de alto riesgo en la que los traficantes confundieron a los policías con delincuentes que querían robarles la mercancía
Llevaban 15 días vigilando sin descanso un chalé adosado de Sos del Rey Católico que pensaban que podía ser un almacén de hachís de una banda organizada de traficantes que opera en Europa. Y no se equivocaban. Los agentes la Udyco (Unidad de Droga y Crimen Organizado) y del Grupo II de estupefacientes de la Jefatura de Policía de Aragón acertaron de pleno.
El 17 de julio, a las 5.30, vieron entrar al garaje un turismo entre grandes medidas de seguridad. Esa tarde se abría el portón y salía el mismo turismo en dirección a Pamplona por la carretera A-127. Tan solo un cuarto de hora después, una furgoneta negra salía del garaje y cogía el mismo rumbo. Los agentes iniciaron un seguimiento por la carretera nacional NA-127 para averiguar el destino de lo que ya intuían que podía ser un cargamento de droga.
Pero la situación dio un giro de 180 grados cuando, de manera sorpresiva, fueron adelantados por un vehículo que de pronto frenó bruscamente para tratar de provocar un accidente, intentando que el vehículo policial le golpease por alcance.
"Son operaciones complicadas porque uno no puede saber el momento de parar o no parar", explicaba este martes el comisario jefe de la Brigada de Policía Judicial, Carlos García. Lo que pretendía el conductor de ese coche, ha añadido el comisario, era que la furgoneta se escapara y los agentes perdieran su control
La reacción de los funcionarios fue adelantar al turismo para volver a localizar la furgoneta pero, cuando lo hicieron, el conductor de esta última –en la creencia de que quienes lo perseguían eran otros traficantes para robarle la droga, como dijo el comisario– hizo un trompo en la carretera, cambió de dirección y se dirigió de frente hacia los agentes, a los que embistió desde el carril contrario para lanzarlos fuera de la carretera.
El delincuente no logró su objetivo y, a partir de ese momento, encendieron los dispositivos que los identificaban como policías e iniciaron la persecución por carretera primero, luego por autovía y finalmente por carretera otra vez. Para entonces ya habían solicitado la colaboración de la Policía Foral y la Guardia Civil.
La persecución fue muy arriesgada porque se llegaron a alcanzar velocidades cercanas a los 200 km/h. Cuando estaban cerca de la localidad Navarra de Liédena, la furgoneta dio un volantazo para coger la salida 42 y al llegar a la rotonda colisionó con los guardarraíles, dio varios bandazos y quedó cruzada en la calzada. Tras la colisión, el conductor se bajó de la furgoneta y apuntó con un arma corta a los agentes, que efectuaron varios disparos intimatorios al aire para que se entregara y soltara la pistola.
Aún intentó huir de nuevo subiéndose al vehículo, pero este no se puso en marcha y emprendió la carrera a pie, aunque no llegó muy lejos y fue arrestado. El conductor del turismo lanzadera que hacía funciones de seguridad fue detenido más tarde por policías forales y guardias civiles en Navarra.
La furgoneta iba cargada con 40 fardos de hachís de 35 kilos de peso cada uno (1.400 kilos en total), más diez kilos de cogollos de marihuana. Llevaba también dos placas de matrícula francesa con un sistema de cambio rápido que consiste en unas tiras de velcro, una pistola Colt, de calibre 9 mm corto, cargada y lista para disparar.
Tras el hallazgo, la Policía pidió autorización judicial para registrar el chalé de Sos del Rey Católico y, además de detener al traficante que estaba dentro preparándose para huir, encontró otros 1.155 kilos de hachís repartidos en 33 fardos de hachís, un fusil de asalto Ak-47 Kalashnikov con su cargador alimentado por 8 cartuchos.
Tanto la delegada del Gobierno en Aragón, Rosa Serrano, como el comisario provincial de Zaragoza, Álvaro Hernández, han destacado la importancia de esta operación antidroga, bautizada como Reconquista. Ambos han felicitado a la decena de agentes que han llevado el peso de la investigación y a los cerca de cuarenta que, de una u otra forma han participado en la misma.
Carlos García ha hecho hincapié en que esta es la primera vez que se descubre en Aragón lo que los traficantes llaman “guarderías”, lugares donde se almacena y custodia la droga de manera permanente, hasta que la organización considera que es el momento de su traslado a otros países europeos.
Por su parte, el comisario provincial, Álvaro Hernández, destacó las buenas intervenciones que desde que comenzó el año ha llevado a cabo la Brigada de Policía Judicial y los grupos de Estupefacientes. "Han detenido a 62 personas y se han incautado de 4,5 kilos de cocaína, 2.556 de hachís, 30 kilos de marihuana y68 de ‘speed’", ha enumerado.
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