El posible desmantelamiento de un potrero en la calle del Padre Claret, en Movera, ha terminado creando tensión entre Urbanismo y la Diputación Provincial de Zaragoza.

La historia se remonta a los años de gobierno de ZEC. La DPZ pidió al Consistorio dejar de pagar el Impuesto sobre Bienes Inmuebles (IBI) del suelo en cuestión, en el que el Ayuntamiento había construido un equipamiento que actualmente cuenta con canastas de baloncesto, petancas, una pista de fútbol sala y equipos de gimnasia para mayores, entre otros. Legalmente, sin embargo, no era posible, buscándose como solución la cesión del terreno al Ayuntamiento.

El trámite quedó varios años en ‘stand by’ hasta este 2022, cuando la Diputación inició un nuevo expediente solicitando al Consistorio que aceptase la cesión. El asunto llegó a llevarse al Gobierno del pasado 2 de junio, donde, según explican fuentes de Urbanismo, "se aceptó" a fin de poder exonerar a la DPZ del IBI. Pero el giro vino poco después, con un documento en el que la institución provincial daba marcha atrás, no aceptaba el acuerdo del Gobierno de la ciudad para constituir un derecho de usufructo a favor del Ayuntamiento por un plazo de 30 años y exigía el desmantelamiento de las instalaciones, reservándose el derecho de recurrir a la Justicia en caso de incumplimiento.

Este texto tendría que haberse debatido ayer en la comisión de Presidencia, pero terminó siendo retirado a última hora. Al parecer, por falta de apoyos. Esto, no obstante, no ha evitado que en el Ayuntamiento se encendieran las alarmas. Tanto es así que, siendo conocedor del documento, el concejal de Urbanismo, Víctor Serrano, envió una carta al presidente de la DPZ, Juan Antonio Sánchez Quero, pidiéndole una reunión a fin de "desbloquear" esta situación

y que se permita el mantenimiento de "la instalación deportiva municipal existente". Esto sucedió a principios de semana, sin que por ahora el Consistorio haya obtenido respuesta.

Preguntado por esta cuestión, Serrano recalcó ayer que el único interés del Ayuntamiento es "que el potrero –demandado por los vecinos de Movera– permanezca", y que estos no se vean afectados por lo que considera "un interés de confrontar entre la presidencia de la DPZ y el Ayuntamiento". "Nosotros no vamos a entrar ahí. Nuestra mano está tendida", manifestó.

Mientras, desde la Diputación negaron que existiese ninguna polémica y señalaron que lo que se está haciendo es "regularizar la cesión para el uso". A este respecto, incidieron en que los vecinos de Movera podrán seguir utilizando el terreno para instalaciones deportivas, recalcando que el suelo es de la DPZ.