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La Lobera de Martín estrena un robot camarero que además cuenta chistes
Desde hace un par de días, el popular establecimiento ubicado en plaza España cuenta con un nuevo miembro en el equipo: Jefito.
El pasado miércoles, los trabajadores del restaurante La Lobera de Martín dieron la bienvenida a un compañero muy especial. Se trata de Jefito, un robot camarero que está haciendo las delicias de quienes se cruzan con él por la calle y la terraza. “¡Qué es eso!”, espeta una señora que cruzaba justamente con una amiga por Puerta Cinegia. “¿Pero habla?”, añade otra. “La gente está completamente alucinada”, asegura Cristina Martín, relaciones públicas del local y tercera generación de los fundadores del establecimiento.
En el interior del restaurante, donde a las 12.00 del mediodía el ajetreo es incesante; los camareros y el personal de cocina todavía tienen que acostumbrarse a su nuevo compañero, el cual crea ciertos momentos de confusión, pero verdaderamente divertidos. “Estoy a punto de llegar tarde, por favor; déjenme hacer mi trabajo”, asegura la máquina. Nadie puede resistirse a la novedad y al encanto de Jefito.
Tiene visión 360, wifi, una pantalla táctil y un total de ocho rutas programadas, que discurren desde el interior de la cocina, pasando por sala y llegando a la terraza exterior, ubicada en plaza de España. Durante el camino, informa: “En La Lobera de Martín tenemos el marisco más fresco y la mejor selección de champanes y cavas”, “Prueba nuestros diferentes menús en La Lobera de Martín” o “Pruebe los mejores chuletones de España en La Lobera de Martín”.
Además de hacer publicidad, Jefito tiene tres bandejas con la que acerca la comida de la cocina a la mesa, la cual recoge el camarero, y también lleva la vajilla de vuelta. Y, al llegar a su mesa de destino, también tiene su propio mensaje. “Mesa 44, su pedido ha llegado. Por favor, retírelo de la bandeja número 1. Gracias y disfrute de su comida. Me vuelvo a la cocina”, informa.
También cuenta chistes o comparte repertorios musicales como el Cumpleaños Feliz. “Es una moda muy extendida en otros países como en Asia. Se trata de robots ayudantes de sala que nos permiten desarrollar mejor nuestro trabajo y, de paso, sorprender a la clientela”, admite Cristina.
Desde La Lobera de Martín aseguran que, en ningún caso, este nuevo dispositivo va a sustituir a la mano de obra del local, donde cuentan con unos 50 trabajadores, y que se trata de una clara apuesta por las nuevas tecnologías y, sobre todo, por la mejora de las condiciones laborales de su plantilla.
Por su parte, Manuel Martín, segunda generación y actual gerente del establecimiento, asegura que no solo sirve de reclamo para los clientes, sino que “facilita el trabajo evitando sobreesfuerzos, fatiga postural, y muchos kilómetros andados. Sea como sea, los camareros son esenciales en el servicio con los clientes”.
Innovación en un local con mucha historia
A sus 53 años, La Lobera de Martín se convierte en un claro ejemplo de lugar en el que tradición e innovación se dan la mano. No en vano, el local fue fundando en 1969 en la zona de la Universidad de la capital aragonesa por Leopoldo Martín Nebra y Antonia Martín Aznar, abuelos de Cristina. Hoy, son sus padres Manuel Martín y Yolanda Viola, quienes regentan el establecimiento.
De ese local se mudaron a la calle Catania y luego a Supervía, ya en el año 2000; ocuparon la ubicación actual en 2012, en el número 35 de la calle del Coso, en Puerta Cinegia. Allí también se encuentran La Braseria y la Coctelería de Martín. Durante estos días, echar la vista atrás es prácticamente inevitable. “Mis abuelos, que levantaron todo esto prácticamente solos, si hubieran vivido todas estas innovaciones no darían crédito”, admite Cristina.
