zaragoza

Una mujer de Zaragoza, a punto de ir a prisión por un torpe ardid en el reparto de bienes de su divorcio

La acusación particular pedía 6 años y medio de cárcel para la acusada, que confesó este jueves que falseó documentos y los presentó ante un juez para perjudicar a su marido.

El juicio se ha celebrado en la Audiencia de Zaragoza
El juicio se ha celebrado en la Audiencia de Zaragoza
Guillermo Mestre

El presidente de la Sección Tercera de la Audiencia Provincial de Zaragoza no lo pudo resumir de mejor manera: «Vaya usted con cuidado, porque de algo sin importancia ha montado una...» El consejo iba dirigido a Vicenta C. G., a la que el tribunal juzgaba ayer por falsear documentos oficiales y utilizarlos después para engañar a un juez de Familia en el proceso de liquidación de bienes de su divorcio. Y todo ello, aparentemente, con la única intención de rascar unos miles de euros en el reparto.

La Fiscalía solicitaba condenas de tres años y medio de prisión para la mujer y para una pareja de amigos de Cádiz a los que parece que involucró en su torpe ardid. Pero la acusación particular, ejercida por el abogado José María Viladés, proponía que el castigo fuera aún mayor: seis años y medio de cárcel para cada uno. «¿Cómo has podido hacernos esto?, le decía llorando Manuela T. C. a la principal encausada cuando coincidían al entrar en la sala de vistas, donde se veían obligadas a compartir banquillo. Pero el juicio se iba a resolver pronto, ya que las defensas, a cargo de los abogados Noemí González y José Colón, cerraron un  acuerdo in extremis que hará que ni las dos mujeres ni el tercer imputado, Diego H.G., tengan que pisar finalmente la cárcel.

Al reconocer los hechos, los acusados asumieron sendas condenas de 15 meses de cárcel y 1.080 euros de multa por delitos de falsedad y estafa procesal, pero la Sala les anticipó que las penas de prisión les serán suspendidas. Eso sí, los tres quedaron advertidos de que si cometen cualquier otro delito en los próximos dos años les será revocada esta medida de gracia y acabarán entre rejas.

El Mercedes de la discordia

Los hechos que dieron lugar a esta causa se remontan a finales de 2019, cuando Vicenta C. G. y su esposo decidieron poner fin a su    matrimonio. Pero ¿en qué consistió el engaño que acabó destapando el hombre? Como quedó patente durante la tramitación del procedimiento penal ante el Juzgado de Instrucción número 11 de Zaragoza, la mujer trató de salir beneficiada del reparto de bienes. Para ello, no se le ocurrió otra cosa que decir al juez de Familia que el turismo Mercedes que le había adjudicado a ella en la liquidación económica lo había vendido su marido en 2011, lo que no era cierto.

La acusada llevó a engaño al magistrado que tramitaba el divorcio y le pidió que valorase el vehículo para que su marido le abonase la mitad. Y eso fue lo que al final ordenó, dando al hombre el plazo de un mes para entregar el coche o desembolsar 7.200 euros.

Pero una prueba pericial caligráfica solicitada por el abogado del marido demostró que había sido la esposa quien había vendido realmente el turismo de la discordia. Lo hizo falsificando la firma de su ex para hacer un cambio de titularidad ante la DGT el 4 de noviembre de 2019. Y como admitieron ayer Vicenta C. G. y Diego H. G., después    se pusieron de acuerdo para redactar dos recibos que reflejaban sendos pagos de 10.000 euros por el coche, que pasó a manos la pareja de Cádiz. En concepto de indemnización, los investigados tendrán que devolver el vehículo o abonar su precio. También abonarán las costas procesales, incluidas las de la acusación.

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