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Europa esboza su Hyperloop con parada en Zaragoza
La capital aragonesa participa en los primeros grupos de trabajo para implantar el tren del futuro en el continente y reducir así las distancias y las emisiones de CO2.
Hace justo una década, Elon Musk, el gurú tecnológico al frente de compañías como Tesla y Space X -y la persona más rica del planeta-, lanzó una idea al mundo: un nuevo medio de transporte ultra rápido, ecológico y silencioso bajo el nombre de Hyperloop. Al año siguiente, el ahora propietario de Twitter lanzó su prototipo, y lo hizo en formato de código abierto, para que cualquier empresa o investigador pudiera continuar con el desarrollo de un proyecto por aquel entonces tan futurista como caro.
Pero, ¿qué es el Hyperloop? El concepto parece sencillo. Se trata de unir dos puntos con unos tubos de baja presión por cuyo interior se deslizaría, ajeno al rozamiento, un vagón en forma de cápsula muy veloz. Tanto como hasta 1.200 kilómetros por hora gracias a la prácticamente nula resistencia aerodinámica.
Diez años después de aquella idea, la velocidad de los avances dista mucho de la que podría alcanzar este nuevo medio de transporte, pero se siguen dando pasos para su implantación. En España, la empresa valenciana Zeleros es un referente mundial en el desarrollo del Hyperloop y sus diseños causaron sensación en la última Expo de Dubái. Entre otros proyectos, la firma ya ultima la puesta en marcha de un prototipo para mercancías en el puerto de Sagunto para 2025.
Con un horizonte algo más lejano, la Unión Europea ha comenzado a dar los primeros pasos para la que será la primera red de Hyperloop, que conectará a partir de 2030 las principales ciudades y puertos del continente tanto para el traslado de pasajeros como de mercancías. Y Zaragoza está teniendo un papel protagonista. La capital aragonesa está participando en el germen de ‘Hyperconnected Europe’, la iniciativa público-privada que busca concretar las inversiones necesarias, las estaciones elegidas o el impacto en la sostenibilidad de los próximos años.
Como explica Stan de Caluwe, responsable del proyecto, el «gran desafío» de Europa es «lograr una movilidad cero emisiones mientras la demanda de transporte sigue creciendo». Y en ese apartado el Hyperloop no solo ofrece velocidad –es cinco veces más rápido que un avión–, sino que lo hace con cero emisiones si la fuente de energía eléctrica es 100% renovable.
En este sentido, la UE calcula que la demanda de transporte aumentará en un 60% en los próximos 30 años, mientras que las emisiones se tienen que reducir a cero. Como ejemplo, basta decir que un viaje de 500 kilómetros en avión genera 107.500 toneladas de CO2 mientras que con el actual suministro eléctrico el Hyperloop apenas emitiría 6.000 toneladas.
Grupos de trabajo
Durante los últimos meses se han llevado a cabo grupos de trabajo y talleres temáticos para avanzar en el estudio de la aplicación de estas tecnologías en el continente. El próximo mes de junio está previsto concluir un primer informe que resumirá los resultados y esbozará las líneas generales del sistema europeo Hyperloop.
De momento, seis ciudades europeas han firmado una carta de apoyo para participar en el germen del proyecto: además de las españolas Zaragoza y Algeciras, se encuentran Berlín (Alemania), Groningen y Rotterdam (Países Bajos) y Flandes (Bélgica). Además, en los primeros bocetos de la futura red, la capital aragonesa tendría estación como puerta de entrada a la península Ibérica en su segunda fase de implantación (2041-2050), con conexiones directas con Madrid, Valencia, Barcelona, París...
"Zaragoza será el principal nodo de Hyperloop en la península desde el inicio del
proyecto y el punto de interconexión entre los corredores atlántico y mediterráneo", destacan desde el Ayuntamiento de la capital aragonesa.
Antes, en 2025, se prevé poner en marcha en los Países Bajos una pista de pruebas de tres kilómetros que permitirá testar los prototipos que, con algo de suerte y la financiación necesaria, revolucionarán la movilidad europea a partir de la próxima década.
