Palma-Zaragoza, un vuelo "de miedo"

Casi 200 viajeros se han quedado sin maletas tras aterrizar en el aeropuerto de la capital, mientras tanto esperan noticias sobre sus pertenencias que llegan a cuenta gotas.

Un avión de la compañía de bajo coste Vueling, en el aeropuerto de Zaragoza
Imagen de archivo de avión de la compañía de bajo coste Vueling, en el aeropuerto de Zaragoza
Toni Galán

Este miércoles por la tarde aterrizaba en el Aeropuerto de Zaragoza un vuelo con origen Palma de Mallorca de lo más "desastroso". Desde retrasos en la salida, un aterrizaje “horroroso”, unas maletas que no han llegado a sus dueños y una compañía aérea sin hojas de reclamaciones.

La zaragozana María Victoria Casedas relata que ha tenido un regreso a casa "terrible". Así, ha contado a Heraldo.es que su experiencia, y la de sus acompañantes, con la compañía Vueling  ha sido "horrorosa", ha reiterado. Su relato comienza en el aeropuerto de Palma, cuando la tripulación -según ella- "ha llegado con vasos de café, o qué sé lo que era, quince minutos después de la hora prevista de salida".

La pesadilla ha continuado durante el aterrizaje en el que asegura haber pasado miedo: “íbamos gente que habíamos volado más veces, y no habíamos vivido nunca algo así” cuenta María Victoria, aún nerviosa por lo sucedido. “Estamos aquí, en Zaragoza, vamos a dar gracias” ha dicho.

Cuando han ido a recoger sus maletas, los encargados les han comunicado a los casi doscientos pasajeros del vuelo que, debido a fuertes rachas de viento, era imposible abrir la puerta que da acceso a la bodega y, por tanto, al equipaje. 

No obstante, cuenta María Victoria que “durante las dos horas” en que los pasajeros aguardaban más noticias sobre sus pertenencias, han visto llegar otros aviones de los que sí han salido los equipajes. "Nos dijeron que era debido a que las puertas de las bodegas -de diferentes aeronaves- se abren de forma diferente", cuenta Fernando Guiseris, otro de los zaragozanos afectados.

María Victoria, junto a otros viajeros han acudido a la oficina desde la que responden por la compañía Vueling -puesto que ésta no tienen una propia en el aeropuerto zaragozano- cuando al llegar han visto “a la chica hablando por teléfono y decía: ‘No me diga eso comandante, se me van a echar encima’”. La nave ha emprendido un nuevo viaje sin dejar las maletas a sus propietarios.

Ante la situación, han acudido a recoger las hojas de reclamaciones pertinentes para notificar lo sucedido, sin embargo, para reclamar sus pertenencias es necesario rellenar un Parte de Irregularidad de Equipaje (PIR) que en un primer momento se les negó, "éramos muchos les iba a dar allí la noche", deduce María Victoria.

Cuando la mayoría de pasajeros habían abandonado el aeropuerto, y tan solo quedaban  "unos veinte" uno de los empleados ha realizado los partes a aquellos que aún esperaban alguna respuesta. 

Guiseris fue uno de los usuarios que se marchó del aeropuerto con tan solo una hoja de protesta, ignorando que para las reclamaciones de equipajes -ya sean retrasos o daños materiales- es necesario el PIR. Este documento lo ha conseguido "a última hora de la mañana" de este jueves a través de una llamada telefónica.

Otra de las afectadas Queta Poza, también ha tenido noticias recién empezada la tarde de este jueves. Sin embargo, ha sido ella misma la que tenido que solicitarla al aeropuerto de Zaragoza. "Hablar con Vueling es imposible", denuncia la zaragozana.

Desde el aeródromo de Aena en la capital aragonesa han confirmado, en la mañana del viernes, que parte de estos equipajes, 50 de ellos, han llegado a Zaragoza -algo que también comunicaron a los pasajeros- y ya se encuentran en reparto. Mientras, los 41 restantes lo harán esta tarde para poder ser repartidos durante la jornada del sábado, explican.

La aerolínea reconoció que la causa han sido las malas condiciones meteorológicas, con fuertes vientos, y que se siguió el protocolo establecido para estos casos.

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