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El vecino de Utebo obsesionado con la Policía, condenado por agarrar a un agente de los testículos

Agarró al funcionario del brazo y se lo aprisionó con la ventanilla del coche para seguir agrediéndolo después. Se trata de la tercera condena que recae sobre él por delitos de atentado contra la autoridad o resistencia. 

Coche patrulla de la Policía Nacional de Huesca en el parque Miguel Servet de Huesca.
Imagen de archivo de un coche patrulla de la Policía Nacional
Policía Nacional

La presencia del vecino de Utebo Sergio D. Z. en el banquillo de los acusados comienza a convertirse en algo demasiado habitual. Y ello se debe a su obsesión enfermiza por cualquier agente de la autoridad, con independencia del uniforme que vistan. Sobre él pesaban dos sentencias condenatorias por delitos de atentado y resistencia, pero la titular del Juzgado de lo Penal número 6 acaba de imponerle una tercera. Sin embargo, tampoco ahora pisará la cárcel, ya que la Fiscalía y la acusación particular pedían penas de 3 años, pero la jueza ha reducido el castigo a una multa.

Los hechos por los que fue juzgado Sergio D. Z. se remontan al 12 de octubre de 2020, cuando atacó y lesionó a dos policías nacionales en Zaragoza. El acusado viajaba de copiloto en un vehículo conducido por Domingo F. A. Al llegar a la altura del número 25 de la calle de Borja, se toparon con un coche patrulla parado y pidieron a los agentes que lo apartaran. Estos últimos se identificaron como funcionarios del Cuerpo Nacional y les explicaron que estaban efectuando un servicio. Se trataba además de una vía peatonal, por lo que hicieron saber a la pareja que no podían acceder.

«He dicho que quitéis el coche, perras, sé quienes sois, os he reconocido, sois unos hijos de puta», fue la respuesta del de Utebo. Uno de los policías le dijo que bajara del turismo, a lo que el acusado respondió agarrándolo del brazo desde el interior del coche y subiendo a continuación la ventanilla para aprisionárselo. Cuando los agentes lograron abrir la puerta, Sergio D. Z. les propinó varios puñetazos en el rostro. No conforme con ello, a uno lo agarró con fuerza de los testículos y a otro le soltó una fuerte patada en la misma zona.

Finalmente, la patrulla consiguió inmovilizar y detener tanto a este hombre como a su acompañante, que también participó en la agresión y al que igualmente le han impuesto una multa.Como refleja la sentencia, el primero no dejó de proferir en todo momento amenazas de muerte contra sus captores.

La magistrada le aplica la agravante de reincidencia, pero le rebaja la pena dos grados porque tiene diagnosticado un trastorno antisocial. El letrado Marco Antonio Navarro ha recurrido el fallo por considerarlo demasiado benévolo, dado que los agentes estuvieron 18 y 25 días de baja, respectivamente.

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