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Un año y tres meses de cárcel para un hombre que llamó a la Policía en Zaragoza y acabó atacándola
Arrojó a los agentes objetos por el balcón, los insultó y llegó a amenazarlos con un arma blanca, un bastón de madera y un palo de escoba.
Hugo G. P., de 32 años, tendrá que cumplir la condena de un año y tres meses de prisión que el titular del Juzgado de lo Penal número 2 le impuso por un delito de atentado a agentes de la autoridad, a los que recibió en su casa con un spray de defensa, les arrojó un plato y un tenedor por el balcón y terminó atacándoles con un arma blanca de 30 centímetros, tipo abrecartas, como recoge la sentencia.
El Tribunal Supremo ha confirmado el fallo judicial, que el acusado recurrió primero ante la Audiencia Provincial de Zaragoza y después en casación. Finalmente, ha sido ratificado en todos sus extremos, incluido el que se tuviera en cuenta su reincidencia, pues sobre él ya pesaba una condena por atentado a la autoridad de seis meses de prisión que tenía suspendida, además de otra por violencia de género.
Lo llamativo del asunto es que fue el propio Hugo G. P. quien en la madrugada del 30 de agosto de 2019 llamó a la Policía porque, según él, una amiga suya no quería abandonar su domicilio, situado en el Actur. Dos policías se acercaron hasta allí y se entrevistaron con el hombre, quien les pidió que lo acompañaran al piso.
Tras invitarles a entrar y comprobar que no había nadie, los agentes le hicieron las preguntas de rigor (tales como sus datos personales y o que les exhibiera el DNI), algo que no le sentó nada bien. Su reacción fue conminarles a que se marcharan al tiempo que amagaba con usar contra ellos lo que parecía ser un spray de defensa personal, a la vez que los insultaba y amenazaba con expresiones como: "Os voy a reventar, hijos de puta, marchaos".
Los agentes, para evitar más tensiones, optaron por irse y dar por acabada su intervención. Sin embargo, una vez en la calle y cuando se disponían a montarse en el vehículo policial, Hugo G. P. se asomó al balcón, siguió insultándoles y les tiró un plato de cocina que los funcionarios lograron esquivar. Tras un nuevo "¡cabrones, os vais a enterar!", les lanzó un tenedor que pasó a escasos centímetros del ojo de una policía.
Acto seguido, el acusado bajó a la calle con un bastón de madera y un abrecartas (similar a una katana, pero sin filo) de 30 centímetros de hoja, retando a los funcionarios a que se acercaran, que los iba a "matar", y tirándoles de nuevo el plato que no se había roto y huyendo seguidamente a su domicilio y refugiándose en él.
Ante el cariz que tomaron los acontecimientos, los agentes pidieron refuerzos y unos cuantos acudieron a su piso. Primero se negó a abrir y los desafió por la ventana, luego les franqueó la entrada, pero los recibió con un palo de escoba. Hugo G. P. acabó detenido, no sin ofrecer resistencia. A pesar de los objetos que lanzó y armas que exhibió, ningún funcionario resultó lesionado.
Agravante de reincidencia por otra condena por atentado
No obstante, los seis policías que intervinieron, representados por el abogado Marco Antonio Navarro, lo denunciaron por atentado a agentes de la autoridad. El acusado fue condenado en primera instancia a un año y tres meses de cárcel, con la atenuante de drogadicción pues tenía alteradas las facultades mentales por el consumo de cannabis y anfetaminas, y la agravante de reincidencia por la condena previa. El fallo fue confirmado por la Audiencia de Zaragoza y ahora por el Tribunal Supremo.
El juez de lo Penal ordenó en su sentencia que se investigue por falso testimonio a un testigo que declaró en la vista en favor del acusado, el cual negó los hechos y dijo que los policías actuaron así porque se molestaron cuando les cerró la puerta la primera vez. Algo que no tuvo ninguna credibilidad para los magistrados.
