Acaba la reforma y ampliación de la escalera principal del centro de la UNED en Calatayud
La Diputación de Zaragoza ha invertido más de 100.000 euros en una intervención que empezó a mediados de 2021 para que llegué una planta más.
La escalera principal del centro asociado de la Universidad Nacional de Educación a Distancia (UNED) en Calatayud por fin llegará hasta la tercera planta. Es el resultado de más de seis meses de obras para la reforma y ampliación de esta infraestructura en los que la Diputación de Zaragoza, propietaria del inmueble, ha invertido más de 100.000 euros. De esta forma, explican en un comunicado, se permite que a través de un mismo núcleo de escaleras profesores y alumnado puedan acceder de manera directa hasta la última planta, mejorando así la accesibilidad, la comunicación y la seguridad.
"Es una conexión fundamental para la actividad en el edificio. La escalera no llegaba hasta la tercera planta y para acceder a ella había que hacer otro recorrido menos accesible y más incómodo, por lo que era necesario acometer estas obras para prolongar la escalera", justificaba el diputado delegado de la UNED de la DPZ, José Carlos Tirado. El inicio de la subida se ubica en el vestíbulo del patio central del edificio, y tan solo permitía el acceso a las dos primeras plantas.
En la primera de ellas se ubican las oficinas, la biblioteca y otras dependencias y, la segunda, está destinada principalmente a las aulas. En la tercera planta se ubican las dos salas de exámenes, con capacidad para 220 y 140 alumnos, los laboratorios de física y electrónica, además de otras dependencias, como un despacho reservado para los tribunales cuando se realizan exámenes presenciales.
"Los trabajos de reforma y ampliación han permitido que la misma escalera principal sirva para conectar todo el edificio, mejorando la seguridad de quienes transitan por él y por supuesto su comodidad, además de facilitar la evacuación en caso de emergencia", añade Tirado. Las obras han contado con un presupuesto de 109.428 euros y han sido realizadas por la empresa local Construcciones Puente Argal S.L.
Los nuevos tramos de escalera siguen el trazado y disposición de los de las plantas inferiores. La barandilla y el pavimento son similares a los existentes de manera que la imagen de la escalera sea unitaria desde su inicio hasta su final. Además, ha sido necesario también modificar la cubierta de esa parte del edificio. La ampliación de la escalera facilita a su vez el control de acceso de los alumnos, que pueden distribuirse mejor en las diferentes aulas, especialmente en época de exámenes que es cuando se registra más actividad.
La actividad en la UNED en Calatayud
Actualmente, la UNED cuenta con casi 4.100 alumnos matriculados en sus tres centros asociados de la provincia, de los que 158 están adscritos al de Caspe, 177 al de Ejea de los Caballeros y el resto al de Calatayud. Ofrece una amplia oferta formativa con 28 grados, 10 grados combinados, 78 másteres oficiales, 14 microgrados, 1 micromáster, varios niveles de inglés y francés en el Centro Universitario de Idiomas a Distancia y más de 500 cursos de formación permanente El plazo de matrícula para acceder a ellos todavía está abierto, finaliza el 10 de marzo.
Este año se cumplen 50 años de la puesta en marcha de la UNED y para celebrarlo se organizarán diferentes actividades que complementarán la oferta cultural organizada anualmente. Al respecto del funcionamiento del centro, hay un consorcio de la Diputación, junto al Ayuntamiento, el Gobierno de Aragón y la propia UNED, en el que la DPZ aporta más de medio millón de euros anuales. Son también entidades que colaboran económicamente con el consorcio los ayuntamientos de Caspe y Ejea de los Caballeros.
El edificio de la UNED en Calatayud
El edificio de la UNED en Calatayud es el antiguo colegio fundado por los Jesuitas a finales del siglo XVI. Su historia se remonta a 1564, cuando Rodrigo Zapata, limosnero de La Seo del Salvador de Zaragoza, movido por los sermones que había escuchado en Salamanca, pensó en fundar un colegio de la compañía en la ciudad, que se inauguraría en 1584. Posteriormente ampliado y reformado en varias ocasiones hasta convertirse en el espléndido caserón que es actualmente, con fachadas de ladrillo sobre zócalo de sillería y amplias estancias alrededor de un patio interior, según la tradición de la arquitectura civil del siglo XVII.
