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El Ayuntamiento de Zaragoza calcula que el transporte público dejará un déficit de 12 millones en 2022

Chueca vincula la reordenación de las líneas del bus a la estabilización del volumen de viajeros y prepara un estudio sobre los nuevos hábitos

Huelga de autobús y tranvía en Zaragoza
Huelga de autobús y tranvía en Zaragoza
Oliver Duch

Casi dos años después del periodo de confinamiento, ni el virus ha desaparecido ni mucho menos las consecuencias que trajo consigo. El transporte público es uno de los grandes golpeados por el cambio de hábitos que ha supuesto la covid-19 y, apenas comenzado el 2022, todo apunta a que este año tampoco va a ser diferente. El déficit de viajeros seguirá dejando un agujero más que notable en las arcas municipales, aunque menor que en ejercicios anteriores. El Ayuntamiento de Zaragoza estima que ascenderá a los 12 millones de euros y ya se ha preparado para afrontar este nuevo golpe, pues el borrador de presupuestos de PP-Cs contempla este incremento en la partida destinada al servicio de transporte.

De hecho, como apuntó este jueves la concejal de Movilidad, Natalia Chueca, en la comisión del área, en 2021 hubo que acometer una modificación de crédito para pasar de los 58 millones de euros previstos los 75 millones que al final se gastaron. Entonces, el volumen de viajeros en buses y tranvías se situó, de media, en un 69% con respecto a 2019, y en esta ocasión se ha previsto un 75% y se ha optado por incluir de antemano el dinero que costará ese déficit.

En todo caso, la evolución de la demanda irá unida a los contagios. Por ejemplo, la edil dijo que la ola que sacude ahora a la Comunidad ha provocado un retroceso. «Estimamos un 25% menos, pero podría ser un 15%», apuntó a preguntas de PSOE y Podemos sobre la reordenación de las líneas del bus.

Y, por esta incertidumbre, descartó avanzar en el proyecto hasta que el volumen de usuarios se normalice. También los pliegos del futuro contrato que regirá el servicio del bus (la actual concesión termina en 2023) dependerán de la evolución de la demanda. «Es prudente hacerlo cuando tengamos estabilizados los movimientos», aclaró la edil, que apuntó que próximamente se va a llevar a cabo una «investigación de mercado» para «conocer a fondo las necesidades de los viajeros».

«Lo primero que necesitamos es tener un buen diagnóstico», aseguró, y recordó que quienes antes usaban para sus desplazamientos los buses y tranvías no se han pasado al vehículo privado, ya que el volumen del tráfico rodado no ha crecido.

En medio, la huelga

También asumió la edil que, más allá de la covid, el conflicto laboral que atraviesan los dos medios de transporte «no ayuda». No en vano, es ya el más largo de la historia municipal, con el bus actualmente sufriendo paros parciales en semanas alternas y el tranvía a las puertas de una nueva huelga indefinida que, si no se logra antes un acuerdo, comenzaría el 1 de febrero. No obstante, preguntada por Podemos descartó de nuevo mediar entre las partes ya que, recalcó, el Ayuntamiento carece del «vehículo legal para intervenir».

Si se cumplen las previsiones, cuando concluya 2022 el déficit de usuarios habrá dejado un agujero de 53,4 millones de euros. En concreto, el roto fue de 24 millones en 2020 y de 17,5 el año pasado. De este importe, tal y como recordó Chueca, se pudo cubrir el primer año 23 millones gracias a una subvención del Gobierno de España. «Pero ahora ha decidido no ayudar a los Ayuntamientos», criticó.

Por otro lado, el portavoz de la formación morada, Fernando Rivarés, denunció que, según dijo, el presupuesto para este ejercicio «esconde un déficit» en la partida de transporte porque incluye los 7,6 millones de euros del proyecto de electrificación de cocheras que se ha solicitado a los fondos europeos. No obstante, Chueca aseguró que no habrá que pagar hasta que las obras terminen.

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