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Los incendios aumentan un 19% en Zaragoza el último año tras la recuperación de la actividad

Los Bomberos tuvieron que intervenir en 7.493 ocasiones, más incluso que antes de la pandemia.

Presentación de la primera Escuela Ciudadana de Prevención de Riesgos de España, en el Museo del Fuego de Zaragoza
Presentación de la primera Escuela Ciudadana de Prevención de Riesgos de España, en el Museo del Fuego de Zaragoza
FRANCISCO JIMENEZ

Los Bomberos de Zaragoza se definen como un «termómetro» de la actividad en la ciudad, y como tal, el año pasado registraron un notable repunte de intervenciones respecto a 2020, marcado por el inicio de la pandemia y los confinamientos ‘duros’. Así, en 2021, el servicio mejor valorado por los ciudadanos tuvo que actuar en 7.493 ocasiones, un 14% más. Un incremento que en el caso concreto de los incendios alcanza el 19%, hasta los 1.338 sucesos.

«Hemos recuperado la caída de intervenciones tras el parón del confinamiento intenso de 2020, y en algunos parámetros incluso por encima de 2019», resume Enrique Mur, jefe de Mando. En concreto, se ha registrado un 3,85% más de actuaciones que antes de la pandemia. Por tipo de incidencia, los salvamentos volvieron a ser mayoría, un total de 4.813. En este epígrafe se incluyen toda clase de emergencias, y muchas de ellas (fugas de agua o gas, ascensores bloqueados, socorro a víctimas, rescate de animales...) están menos condicionadas por la caída de la actividad.

También repuntaron (un 21%, hasta las 1.342) las asistencias técnicas, que engloban actuaciones como inspecciones, asesoramientos o prevención, entre otros. En cuanto al servicio de ambulancia de Bomberos, incrementó sus salidas casi el 15%, hasta las 2.589, aunque en este caso todavía lejos de los niveles prepandemia.

La tendencia, además, seguirá siendo al alza, porque una de las principales novedades de los últimos meses es que los Bomberos de la capital aragonesa han asumido, tras un acuerdo con la Diputación Provincial de Zaragoza (DPZ), las emergencias que se produzcan en los 21 municipios de la Comarca Central y en el término municipal de La Muela. Este es uno de los motivos que ha llevado al Ayuntamiento a impulsar la construcción del parque 5, en unos terrenos del polígono Empresarium de La Cartuja.

«El objetivo es dar el mismo servicio en la ciudad que en el resto de municipios», explica el concejal delegado de Bomberos, Alfonso Mendoza, que asegura que el tiempo de respuesta ante cualquier emergencia «se reducirá» en la Comarca Central con la puesta en marcha del nuevo parque. De momento, el gobierno PP-Cs está elaborando el proyecto, con vista a poder inaugurar la instalación, si todo va bien, a lo largo del próximo año.

No es la única inversión en marcha para «modernizar» el servicio, indica el edil, que recuerda que «antes de que acabe enero» se estrenará el nuevo centro de comunicaciones en el parque 1. Se trata de una herramienta que ayudará en la gestión de los recursos disponibles con las nuevas tecnologías.

Además, «unas semanas después», el Consistorio tiene previsto presentar el centro de emergencias, una sala de crisis para mejorar la coordinación en situaciones de alerta como grandes tormentas o crecidas extraordinarias del río Ebro.

De Filomena a la riada

Precisamente, esos dos fueron los mayores retos del año pasado, que comenzó con un manto blanco sobre las calles de la ciudad que puso a prueba a los servicios municipales. «La tormenta Filomena fue un reto logístico de integración de medios. Los Bomberos llevamos la dirección técnica y de operaciones de todo el dispositivo», recuerda Mur.

Aquella fue la primera ocasión en la que se puso a prueba el nuevo plan de emergencias que han elaborado los propios Bomberos y que actualiza el que estaba en vigor, de 2007. Se trata de una herramienta con las nuevas tecnologías que recoge los cambios que ha registrado la ciudad en los últimos años. El documento es la guía de actuación para los servicios de emergencias, y además define cuáles son los principales riesgos de la capital.

En el número 1 se encuentran las crecidas del río Ebro, que hace apenas unas semanas alcanzó a su paso por la capital los 2.200 metros cúbicos y que obligó, de nuevo, a un gran despliegue para evitar daños personales y minimizar los materiales.

«Muchos sucesos se podrían evitar, o al menos reducir sus consecuencias, si sabemos reaccionar a tiempo», añade Mendoza. Por este motivo, Zaragoza contará, a partir de marzo, con la Escuela Ciudadana de Prevención de Riesgos, un centro pionero en España ubicado en el Museo del Fuego y abierto a cualquier persona.

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