meteorología
Cinco días de niebla en Zaragoza… y los que quedan
En la capital aragonesa apenas se ha podido ver el sol esta semana, y las nubes bajas persistirán al menos hasta el lunes.
La niebla parece haberle cogido el gusto a Zaragoza. Este fenómeno meteorológico, habitual por estas fechas, acompaña a la capital aragonesa desde el pasado lunes, y aún se quedará unos cuantos días más. Las previsiones meteorológicas hablan de que permanecerán al menos hasta comienzos de la semana que viene. A partir del martes el cielo -tal vez- podría despejarse y dejar algo de hueco al sol.
El pasado lunes, 13 de diciembre comenzó la niebla en la ribera del Ebro, y durante toda la semana ha estado presente con mayor o menor intensidad. Esto ha hecho que el sol apenas entre, que la humedad haya sido muy alta y que las temperaturas apenas hayan subido. La niebla hace que los termómetros apenas suban durante el día, y que apenas haya oscilación térmica entre el día y la noche.
El jueves, por ejemplo, la temperatura mínima en Zaragoza capital fue de 2,4 grados, mientras que la máxima se quedó en 3,9. El martes ocurrió algo similar: la máxima fue de 6,2 y la mínima de 5 grados, según los datos de la Agencia Estatal de Meteorología (Aemet).
Las previsiones para los próximos días hablan de una situación similar. Aemet mantiene los avisos amarillos por niebla para la jornada del sábado y para la del domingo. El lunes prevé cielos algo más soleados, aunque habrá que esperar para confirmar que la niebla abandona la ribera del Ebro y deja salir -por fin- el sol. Para el miércoles y para el jueves -víspera de Nochebuena- parece que cambia algo la tendencia, con los termómetros al alza -se podrían alcanzar hasta 12 grados- y probabilidad alta de lluvia.
Precisamente este viernes el delegado de la Aemet en Aragón, Rafael Requena, ha adelantado que la Comunidad despedirá el otoño en una situación estable, anticiclónica, sin lluvias y con nieblas que se van a prolongar hasta principios de la próxima semana, para dar paso a la estación invernal con una nueva borrasca de componente sur que dejará de nuevo precipitaciones y nevadas en los Pirineos y sistema Ibérico, pero sin bajas temperaturas.
De acuerdo con las previsiones de que se disponen, la probabilidad del trimestre de diciembre, enero y febrero es que la vertiente mediterránea podría tener una anomalía positiva en cuanto a temperaturas mientras que el resto de España no presenta una tendencia significativa y es un 40 % más probable que esté por debajo en precipitaciones.
En enero, febrero y marzo, "con la información disponible" no hay clara señal para la temperatura media, aunque la probabilidad de que se encuentre en el tercil cálido cuando más al noroeste y en lluvias tampoco hay una señal clara en la mayor parte de España, aunque es más probable que sea húmedo cuanto más al este y en Baleares y seco el tercil noroeste.
