crecida del ebro

75 vecinos de la zona baja de Alfocea dejan sus casas por riesgo de inundación


Las familias de 25 viviendas del Camino del Mojón desalojaron este domingo por la tarde por recomendación de la Guardia Civil y la Policía Local. El barrio rural se queda sin acceso por la crecida y se habilita un camino provisional por el campo de tiro de San Gregorio.

Dos vehículos militares, este lunes, en la carretera de acceso a Alfocea por Monzalbarba cortada por la crecida.
Dos vehículos militares, este lunes, en la carretera de acceso a Alfocea por Monzalbarba cortada por la crecida.
FRANCISCO JIMÉNEZ

Hasta 75 vecinos de la zona baja de Alfocea dejaron sus casas este domingo por la tarde ante el riesgo de inundación, siguiendo las recomendaciones de la Policía Local de Zaragoza y de la Guardia Civil. Fuentes oficiales de la Delegación del Gobierno y del Ayuntamiento han indicado que los agentes acudieron al barrio rural  e instaron al desalojo a las familias de 25 viviendas situadas en el Camino del Mojón por iniciativa de Protección Civil. Este sector se llegó a inundar en la crecida de 2015, pero se libró en la de 2018, aunque también desalojaron entonces sus inmuebles por precaución.

El barrio rural ha vuelto a quedar incomunicado por carretera este lunes por la mañana, ya que la avenida ha superado en ese punto los 1.700 metros cúbicos por segundo y ha anegado la vía que les une con Monzalbarba. No obstante, a solicitud del 112, la Unidad Militar de Emergencias y la Guardia Civil han establecido un dispositivo a través del campo de maniobras de San Gregorio para garantizar un acceso provisional a partir de las nueve de la noche.

En este caso, los cerca de 200 empadronados en Alfocea podrán entrar y salir en convoy, escoltados por militares, cuatro veces al día por sentido hasta que baje el nivel del Ebro y se puede reabrir la carretera con Monzalbarba. Hace tres años, se tardó casi cinco días.

El alcalde, Gonzalo Aragüés, ha indicado que todo está “normal” en el casco urbano y la única incidencia es el corte del acceso. “No ha pasado nada y muchísima gente de la parte baja optó por marcharse. Las motas están aguantado bastante bien”, ha añadido.

Aragüés ha explicado que, bajo su responsabilidad, ha organizado un único paso por la carretera en torno a las cuatro de la tarde porque el permiso por el camino provisional no se había concedido. "He hablado con el teniente de la Guardia Civil y con el Ayuntamiento, porque lo primero es la emergencia y no el papeleo", ha lamentado. 

El Ayuntamiento de Zaragoza ha informado de que este tramo viario, que se ve afectado por las crecidas extraordinarias, se ha balizado por la Unidad de Pontoneros, de manera que pueda ser utilizado por vehículos de urgencia todoterreno en caso de necesidad. Precisamente, militares de esta unidad han tenido que intervenir en sus propio acuartelamiento, situado junto a dicha carretera, porque la corriente se estaba llevando pontones acopiados y que estaban sin asegurar.

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