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Lo que la ciclogénesis se llevó: los vecinos de la margen izquierda piden que se replanten los árboles caídos hace 3 años
Critican que el Ayuntamiento de Zaragoza aborde un proyecto como el Bosque de los Zaragozanos cuando algunos barrios todavía tienen “carencia de arbolado”.
En el verano de 2018, una ciclogénesis explosiva causó numerosos destrozos en la capital aragonesa y los vecinos de la margen izquierda denuncian que muchos de los árboles que se perdieron a raíz de ese fenómeno meteorológico extremo no se hayan vuelto a replantar.
“Entre los que cayeron y los que quedaron dañados y se talaron perdimos cerca de una veintena de árboles”, calcula el presidente de la Asociación de Vecinos de Barrio Jesús, Raúl Gascón. Entre las especies dañadas hubo palmeras, sauces, olmos y “sobre todo pinos porque, al tratarse de ejemplares de gran porte, estos fueron los que más sufrieron y como representan tal peligro, varios de los que quedaron dañados se terminaron talando”.
A todo ello hay que sumar las ramas que cayeron, especialmente de “los plataneros, que son tan frondosos que perdieron numerosas ramas”, añade Gascón.
Juan Antonio Andrés, presidente de la Asociación de Vecinos de la Jota, expone que no han sido repuestos los pinos que cayeron en el Parque de Oriente, en el lateral del puente de la Unión y lamenta que “aún se ven los tocones” que quedaron tras la caída. Añade que en el resto del parque hubo también una docena más de árboles afectados “entre unos que cayeron y otros que terminaron con las ramas partidas”.
El barrio del Arrabal se vio también muy afectado por esta ciclogénesis, como explica el presidente de la Asociación de Vecinos Tío Jorge del Arrabal, Rafael Tejedor. “Especialmente en el parque del Tío Jorge donde, entre los que cayeron y los que, por seguridad hubo que talar, perdimos un total de 84 árboles, la mayoría de gran porte”, detalla. De todos ellos, “solo se replantaron 30 entre finales de 2018 y principios de 2019. Esto, unido a los que habían ya caído por el nivel freático en las inundaciones de 2017 -23- hace que solo en el Parque Tío Jorge cayeran 107”, expone Tejedor.
También por culpa de la ciclogénesis de julio de 2018, “en la calle Palencia se perdieron tres pinos, otros tres en Valle Zuriza y dos en la calle Sobrarbe sin que ninguno de ellos fuese repuesto. Por último, en el Parque Macanaz cayeron 31 árboles, que tampoco se han replantado”, detalla Tejedor.
Las zonas que se vieron más afectadas en el barrio Jesús fueron la calle Cosuenda, Marqués de la Cadena, paseo Longares, avenida Puente del Pilar, el camino del Vado y “en la avenida Puente del Pilar se cayó uno que invadió dos carriles”.
Si bien Gascón destaca la celeridad con la que los servicios municipales se hicieron cargo entonces de solucionar los problemas ocasionados por a caída de árboles, critica que desde aquellos acontecimientos -hace ya más de tres años- no se han vuelto a replantar, a pesar de que es uno de los temas que con más frecuencia denuncian en las Juntas de Distrito. “Desde el Ayuntamiento nos dicen que hay un plan de replantación que llegará al barrio cuando esté planificado”, señala.
"Desde 2018 se han plantado más de 800 árboles en el distrito"
“Nosotros lo llevamos reclamando en la Junta de Distrito desde 2018, denunciamos lo que había pasado y reclamamos que se repusieran esos árboles”, expone Gascón. “Ahora nos parece pertinente volver a reivindicar este tema a raíz de la iniciativa del Bosque de los Zaragozanos”, apunta Gascón. “Nos parece bien que se creen nuevas zonas verdes en la ciudad porque es bueno que haya arbolado, pero pedimos que no se olviden de que en muchos barrios tenemos carencia de arbolado debido a la ciclogénesis”, expone.
Fuentes del Ayuntamiento de Zaragoza explican que “según consta en la base de datos municipal, en el distrito de La Jota-El Rabal se han plantado desde el año 2018 un total 810 árboles”.
Por otro lado, exponen que la reposición de arbolado -con el fin de optimizar los recursos técnicos, humanos y materiales- “se realiza por polígonos o distritos, y su cantidad está en función de los recursos económicos disponibles”. Asimismo, detallan que “el desarrollo de un programa de plantación arbórea es un trabajo minuciosamente elaborado, analizado y consensuado, para conseguir el éxito de los trabajos de plantación, incrementando su valor con el paso del tiempo. Para ello es necesaria una cuidadosa y apropiada selección de las especies en cada ubicación teniendo en cuenta criterios de accesibilidad, servidumbres con edificios, peatones, tráfico señalización, alumbrado, etc., así como criterios de selección botánicos, dendrométricos, sociales y ecosistémicos”.
