Las excavaciones que se acometen en el cementerio de Belchite están sacando a la luz los restos mortales de asesinados durante la Guerra Civil. En las dos fosas en las que se trabaja se estima que puede haber en torno a 150 cuerpos, si bien por ahora solo se han recuperado alrededor de una veintena. Los trabajos, que en cualquier caso avanzan deprisa, se prolongarán durante numerosas jornadas. 

Dentro de ese notable número de cadáveres podrían encontrarse los restos de los abuelos maternos del cantautor Joan Manuel Serrat. Así lo estima la asociación memorialista Mariano Castillo, que lleva el nombre del alcalde que fue asesinado por milicias de la Falange entre julio y agosto de 1936. "Conociendo el caso de la familia de Serrat, creemos que tanto sus abuelos como otros familiares podrían aparecer durante las excavaciones", valora José Vidal, portavoz de la asociación.

Vidal y sus compañeros están tratando de ponerse en contacto con el artista, al que quieren proponer que se practique la prueba de ADN a la que se van a someter aquellos descendientes de los muertos y desaparecidos durante el período de guerra y posguerra. "Ayer hablé con tres personas descendientes de Belchite cuyos familiares están desaparecidos desde entonces. Muchas personas se fueron y no han vuelto a Belchite nunca. Aunque también hay muchos nietos de desaparecidos, como yo, que buscan la verdad sobre su pasado. Es triste que exista ese sentimiento de abandono y tristeza", cuenta Vidal.

En la asociación Mariano Castillo están recabando los datos de los interesados en las pruebas de ADN: "Nos contacta gente de Francia, de comunidades cercanas como Valencia o Barcelona... Después, les mandaremos los kit, que sufraga el Gobierno de Aragón, y los expertos recogerán la información necesaria de los huesos. Puede que de este modo demos con los familiares de Serrat".

Las fosas que ha reabierto -una con cal y otra sin ella- se encuentran cerca de las tapias exteriores del camposanto de Belchite y en ellas se están hallando huesos, cráneos con orificios de bala e, incluso, algunos pequeños objetos personales de las víctimas. También quedan muestras de que algunas de las víctimas estaban maniatadas cuando recibieron el tiro de gracia por parte de los milicianos.

En Aragón, para dar cumplimiento a la ley de Memoria Democrática, se prevé actuar en 35 fosas comunes de la Guerra Civil y el franquismo pendientes de excavación y exhumación. El pasado mes de agosto también comenzaron las labores arqueológicas para localizar nuevas fosas en el cementerio de Farasdués, en las Cinco Villas, después de que en 2020 una primera campaña de exhumaciones lograra localizar a 18 víctimas. También se está trabajando actualmente en la recuperación de los cuerpos de los 15 brigadistas polacos enterrados en la fosa de Fayón o a la identificación de una veintena de víctimas enterradas en el cementerio de Gurrea de Gállego.