memoria histórica

Hallan en Belchite dos fosas comunes con decenas de fusilados de la Guerra Civil

Se tiene constancia documental de que las víctimas fueron asesinadas pocos días después del inicio de la contienda, según explica José Ignacio Lorenzo, arqueólogo que codirige las excavaciones.

Vista general del pueblo viejo de Belchite.
Vista general del pueblo viejo de Belchite.
Laura Uranga

“Aún es aventurado hablar de cifras, pero lo más importante es que hemos localizado la fosa después de hacer algunos sondeos que resultaron fallidos”. José Ignacio Lorenzo, uno de los codirectores de las excavaciones que se están llevando a cabo en el cementerio de Belchite, explica que es probable que en las dos fosas que acaban de hallarse pueda haber más de 150 fusilados de la Guerra Civil. “De momento llevamos encontrados doce individuos en una fosa y seis en otra. Trabajamos por capas, hemos excavado apenas un metro y pico de profundidad, pero la expectativa es que se encuentren más de un centenar de cuerpos por lo que indican los documentos y los testimonios de los juicios de la época”.

El equipo de arqueólogos lleva trabajando en Belchite desde hace cuatro semanas y prevé que tendrán trabajo, al menos, durante otro largo mes más. Explican que lo más importante ahora es recoger muestras de ADN de los cuerpos y hacer un llamamiento a las familias para que se puedan cotejar e identificar genéticamente a las víctimas. En muchas ocasiones, según narran, no se consigue encontrar a ningún familiar de los fusilados, bien porque emigraron o porque murieron sin descendencia.

Las fosas que ha reabierto -una con cal y otra sin ella- se encuentran cerca de las tapias exteriores del camposanto de Belchite y en ellas se están hallando huesos, cráneos con orificios de bala e, incluso, algunos pequeños objetos personales de las víctimas. También quedan muestras de que algunas de las víctimas estaban maniatadas cuando recibieron el tiro de gracia por parte de los milicianos. Basados en el testimonio que dio el propio enterrador del pueblo durante el juicio al que fue sometido en la Guerra Civil, los fusilados lo fueron en los primeros días nada más iniciarse la contienda. Las milicias de la Falange se adueñaron del pueblo en julio y agosto de 1936 y “también mataron al alcalde, el socialista Mariano Castillo, y a su mujer”, explican los responsables de la exhumación, que codirige Juan Ignacio Lorenzo -doctor en Antropología- junto a Hugo Chauton. Es precisamente la asociación que lleva el nombre del que fuera primer edil la que financia unos trabajos, que cuentan también con fondos de la Memoria Histórica.

En Aragón, para dar cumplimiento a la ley de Memoria Democrática, se prevé actuar en 35 fosas comunes de la Guerra Civil y el franquismo pendientes de excavación y exhumación. El pasado mes de agosto también comenzaron las labores arqueológicas para localizar nuevas fosas en el cementerio de Farasdués, en las Cinco Villas, después de que en 2020 una primera campaña de exhumaciones lograra localizar a 18 víctimas. También se está trabajando actualmente en la recuperación de los cuerpos de los 15 brigadistas polacos enterrados en la fosa de Fayón o a la identificación de una veintena de víctimas enterradas en el cementerio de Gurrea de Gállego.

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