Después de un año 2020 condicionado por la pandemia, el cementerio de Torrero retornará durante las fechas de Todos los Santos a cierta normalidad tras el levantamiento de las restricciones por parte del Gobierno de Aragón. Eso sí, para evitar complicaciones ante las posibles aglomeraciones que se generen, el Ayuntamiento de Zaragoza exigirá que se siga utilizando la mascarilla, incluso en los espacios al aire libre. El Consistorio, además, mantendrá el sistema de control de aforos para que los ciudadanos conozcan, en tiempo real, la situación del camposanto.

El concejal de Urbanismo, Víctor Serrano, ha presentado este miércoles el dispositivo especial de Todos los Santos, que se pondrá en marcha el 23 de octubre y se mantendrá hasta el 2 de noviembre. Estarán abiertas cuatro accesos peatonales -las dos de la entrada antigua, la que está en la avenida de América y la de Fray Julián Garcés- y otros cuatro para vehículos para que los zaragozanos puedan entrar en el recinto.

El horario se extenderá de 7.30 a 22.00 y el servicio de préstamo de escaleras estará operativo de 9.00 a 14.00 y de 15.00 a 18.00. En cuanto a las puertas, la de la parte antigua, junto a la avenida de América, estarán abiertas de 6.30 a 21.00. Respecto a las de Fray Julián Garcés, frente a la Cruz de lo Caídos y el acceso al complejo funerario, se podrá entrar de 6.30 hasta las 23.00.

Pero el responsable municipal destacó que se ha considerado “oportuno” mantener el sistema de conteo “para dar mejor servicio a los zaragozanos”. “Es un servicio interesante que los ciudadanos agradecerán”, ha dicho. Además de la obligatoriedad de la mascarilla, se prohíbe fumar, comer y beber en todo el recinto y habrá que mantener la distancia personal de 1,5 metros.

Como es habitual, habrá refuerzos del transporte urbano y de la limpieza. La línea C1, la lanzadera cementerio-parque de atracciones, la línea especial de la plaza de San Miguel al camposanto, la que sale de la puerta del Carmen, la 33, la 34 y la 39 darán servicio a los usuarios. La Policía Local controlará los accesos (este año no será necesaria la presencia de la Policía Nacional) y se mejorará la limpieza: se van a instalar 25 contenedores de 1.000 litros cada uno para la recogida de basura, además de incorporar nuevas brigadas.