Illueca retira de la calle 19 gatos y 136 palomas para evitar plagas

El pequeño gesto de alimentar a un animal en la vía pública no parece que vaya a dañar la salud, pero sin embargo puede hacerlo. Conlleva la proliferación de plagas en la localidad. Ante esta situación, el Ayuntamiento de Illueca se ha puesto en manos de una empresa especializada en el control de plagas que ha retirado de las calles 19 gatos y 136 palomas, reduciendo el número de aves a un mínimo sostenible.

"Se llevaban recogiendo en el Ayuntamiento numerosas quejas por las consecuencias que ambas especies, sin control veterinario, estaban teniendo en determinados barrios de la localidad", explicó el alcalde, Ignacio Herrero.

En relación a los felinos, existía un importante número de ejemplares callejeros que deambulaban por las vías careciendo de control sanitario y pudiendo ser transmisores de enfermedades, problema que no paraba de aumentar puesto que la colonia iba creciendo en número de individuos al ser alimentados por algunos vecinos.

Durante esta primera intervención, se ha constatado que de los 19 felinos retirados, un buen número de ellos tenían sarna o falta de nutrición. Se han trasladado a explotaciones agrarias y también se ha procedido a la esterilización de varios de estos animales para evitar su reproducción masiva, cumpliendo con el programa CES (Captura, Esterilización y Suelta).

También se han dado una serie de consejos y advertencias a los vecinos que les daban de comer sobre el importante problema que genera la sobrealimentación que altera sus ciclos naturales de reproducción y sus modos de vida. Además, los restos de comida favorecen la aparición de otras plagas añadidas, como ratas o cucarachas. Asimismo, es un vector para la transmisión de enfermedades a los humanos.

Las actuaciones sobre la plaga de palomas, de las que se están haciendo cargo la empresa tudelana Comertu S.L, se han concentrado en dos puntos del centro del casco urbano así como en el castillo Palacio del Papa Luna. Las palomas no solo manchaban la vía pública y suponían un riesgo, sino que también levantaban tejas y ensuciaban los canalones y bajantes de los tejados se taponaban, con las consecuencias que esta situación tiene sobre los inmuebles.