La construcción de viviendas se recupera y casi supera en siete meses las licencias de todo 2020

El Ayuntamiento concede permisos para 925 pisos y el sector toma aire tras el golpe de la pandemia, que redujo un 34% las promociones inmobiliarias en la ciudad.

Obras de construcción de un edificio de viviendas en el barrio de Arcosur.
Obras de construcción de un edificio de viviendas en el barrio de Arcosur.
Francisco Jiménez

El parón en la construcción de viviendas que causó la pandemia el año pasado en Zaragoza fue un bache puntual. Así lo indica al menos la recuperación de la actividad que registran en los primeros siete meses de este 2021 las empresas inmobiliarias de la capital aragonesa. En concreto, el Ayuntamiento ha concedido hasta julio 40 licencias para edificar 925 pisos en la ciudad, prácticamente lo mismo que en todo el ejercicio pasado, cuando tan solo se otorgaron permisos para 1.035. Desde el sector, su presidente, Juan Carlos Bandrés, reconoce que las ventas van "muy bien", pero advierte de la necesidad de acometer "cambios importantes" para afrontar la era postcovid.

Aunque tímidamente, la construcción de viviendas venía mejorando sus cifras mes a mes desde que tocara fondo en 2014. Aquel año el Consistorio solo concedió licencias para 525 pisos, la cifra más baja de la serie histórica. A partir de entonces, con mayor o menor intensidad, la recuperación fue constante y llegó a alcanzar los 1.813 permisos en 2019. El comienzo de 2020 fue también prometedor, pero el estado de alarma decretado en primavera por la covid supuso un duro golpe para las expectativas del sector inmobiliario, ya que en abril y mayo no se concedió ni una sola licencia. El resto del año, los datos no repuntaron lo suficiente, y el ejercicio cerró con un desplome de la actividad del 34% y los peores registros del último lustro.

De ahí la importancia de los datos de 2021, que el sector mira con lupa para conocer la velocidad de recuperación tras el shock de la pandemia. Y de momento parece que llegan noticias razonablemente buenas. De seguir la progresión actual, las 925 viviendas concedidas hasta julio se convertirían en cerca de 1.600 a final de año, cifra próxima a los niveles de 2019.

A este impulso está contribuyendo especialmente la promoción inmobiliaria en el barrio del AVE, que suma en estos primeros meses del año 251 viviendas nuevas. Es el sector con más grúas de la ciudad, seguido de la margen izquierda (141 libres y 64 protegidas), que está desarrollando suelos junto a Vadorrey o en la avenida de Cataluña, entre otros, y de Las Delicias (128). También muestra un creciente interés por la compra de pisos y unifamiliares el distrito de Miralbueno (84 licencias) y Arcosur (66), donde la junta de compensación ha impulsado la urbanización de dos nuevos sectores y reclama ya al Ayuntamiento desbloquear otros dos ante la alta demanda comercial.

La serie histórica

En cualquier caso, las cifras de este 2021 siguen muy lejos de los años previos al estallido de la burbuja inmobiliaria, en los que se disparó el número de licencias al calor de los desarrollos de vivienda puestos en marcha con el Plan General de Ordenación Urbana (PGOU): 6.389 en 2002; 4.806 en 2003; 5.495 en 2004; y 5.019 en 2005. En el año 2006 se batieron todos los récords gracias a las VPO de Valdespartera (8.940 pisos) y en 2007 y 2008 se mantuvieron cifras elevadas: 5.737 y 4.036, respectivamente.

Pero a partir de ese momento la actividad se desplomó: 3.150 viviendas en 2009; 1.975 en 2010; 1.112 en 2011; 759 en 2012; y 1.124 en 2013. La serie culminó con el batacazo de 2014, con las mencionadas 525 licencias.

Juan Carlos Bandrés, presidente de la Confederación de Empresarios de la Construcción de Aragón (CEAC), recuerda que "en 2008 el sector fue a la deriva y desde entonces intenta salir". "Hasta 2014 se intentó adaptar a la crisis –añade–, y desde 2015 se nota una cierta recuperación". En cualquier caso, apuesta por afrontar "cambios estructurales". "Es cierto que se está vendiendo bien, sobre todo en la periferia, pero hay que ir más allá y pensar qué resaca dejará la pandemia", reflexiona. En este sentido, Bandrés apuesta por construcciones "diferentes, sostenibles y con más confort sin que suponga un mayor precio para el comprador".

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