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La víctima de la violación grupal fue convencida de que necesitaba un ritual para sacarle los «bichos»

Los seis presuntos agresores, miembros de la banda latina DDP, pudieron causarle delirios con alguna droga de sumisión para hacerle creer después que ellos podían curarla.

La Policía trasladaba esta semana a uno de los detenidos por la violación grupal de una chica en Zaragoza.
La Policía trasladaba esta semana a uno de los detenidos por la violación grupal de una chica en Zaragoza.
Policía Nacional

La presunta violación grupal a la que seis miembros de la banda latina Dominican Don’t Play (DDP) sometieron a una chica de 21 años en Zaragoza no fue algo improvisado. La Policía está convencida de que los seis investigados sabían lo que querían y cómo conseguirlo. Por ello, invitaron a la víctima a una fiesta en un chalet con piscina y le dijeron que cogiera el biquini y ropa para un par de días. De esta forma, no solo engañaron a la joven sino también a sus padres, que sabían de sus planes y no se extrañaron ni dieron la voz de alarma al ver que no volvía a casa a dormir.

Cuando la llevaron a un piso de San José, la chica creyó que se trataba de una «broma» pesada. Pero era algo peor que eso, porque parece que le habían suministrado algún tipo de droga de sumisión en la bebida que enseguida le provocó alucinaciones. Hasta el punto de que empezó a rascarse de forma compulsiva porque sintió que tenía «bichos» dentro del cuerpo, circunstancia que supuestamente aprovecharon el líder de los DDP en Zaragoza, Steven Guarionex V. M., y cinco de sus acólitos para convencerla de que podían curarla mediante un «ritual». «Me dijeron que la única forma de sacarme los bichos era manteniendo relaciones sexuales. Al principio lo hacían de dos en dos...», contó la víctima a la Policía.

«Se iban turnando día y noche para mantener todo tipo de relaciones sexuales»

Según el amplio atestado remitido por la Brigada de Información al juez de guardia, fue entre las 3.52 y las 5.47 del 24 de junio de 2020 cuando los propios encausados grabaron los vídeos que han llevado a su detención. Sin embargo, la joven permaneció desnuda y tirada en un colchón durante dos días, entrando y saliendo los investigados de la habitación para, supuestamente, aprovecharse de ella en «múltiples ocasiones». Porque, según la Policía, «se iban turnando día y noche para mantener todo tipo de relaciones sexuales». Y no solo eso, lo hacían burlándose de ella y profiriendo expresiones del tipo: «Calne, calne, calne pa los tigres (como se autodenominan los integrantes de los DDP)».

Sobre las 15.00 del 26 de junio, una patrulla localizó a la víctima en la confluencia de Cesáreo Alierta con Camino Cabaldós. Estaba tirada en el suelo, movía los brazos y los pies de forma extraña y todas sus frases resultaban incongruentes. Según los investigadores, la traumática experiencia ha provocado a la joven unas secuelas de tal gravedad que más de un año después, sigue en tratamiento psicológico y psiquiátrico. Y aunque ha pedido una orden de alejamiento para impedir que los investigados se le acerquen, teme las represalias y no se atreve a denunciar.

La mujer, un mero trofeo

La Policía Nacional no ignora en su informe cuál es el papel de la mujer para las bandas latinas. «Para sus miembros, el rol de la mujer es secundario y siempre supeditado al hombre, concibiendo el sexo femenino en muchas ocasiones como un objeto o trofeo. Esta cosificación de la mujer se acaba traduciendo en comportamientos vejatorios y denigrantes hacia ellas», señala.

Como prueba de esa actitud hacia el sexo opuesto, la Brigada de Información recuerda que cinco de los seis investigados arrastran antecedentes por violencia de género o maltrato familiar, con órdenes de alejamiento vigentes en algunos casos. Uno de ellos, incluso cumple actualmente condena por la violación de una menor en Cuarte de Huerva.

Un fugado muy escurridizo

El gran objetivo de la Policía pasa ahora por localizar a Mustapha Kamel A., el único de los presuntos agresores que ha conseguido darse a la fuga. Y no parece que lo vaya a tener fácil, porque sus antecedentes evidencian que se trata de un tipo escurridizo. De hecho, le constan 33 reseñas desfavorables, la mayoría de ellas por órdenes de detención y personación. Pero es que son hasta cuatro los juzgados de lo Penal o Instrucción de Zaragoza que tratan de localizarlo para que ingrese en prisión por distintos delitos de robo con violencia o intimidación.

Por su parte, alguno de los abogados que defienden a los últimos detenidos por estos hechos ya han anunciado su intención de recurrir el auto de prisión. Uno de los abogados de la defensa, Cristian Monclús, recuerdan que la víctima no ha denunciando por violación a sus supuestos agresores. Y entiende que el resto de los delitos que se les imputan -detención ilegal, lesiones o contra la integridad moral-, que también niega, no justificarían "de ninguna manera" una medida tan severa como la prisión provisional. 

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