La comunidad educativa aragonesa pide a la nueva ministra, Pilar Alegría, «diálogo» y «consenso» para alcanzar un pacto de Estado por la Educación. Patronal, sindicatos y asociaciones de padres y madres esperan que traslade a Madrid la «convivencia pacífica» que viven la escuela pública y la concertada en Aragón y sea capaz de sellar un acuerdo similar al que se alcanzó por la Ciencia durante su etapa como consejera de Innovación.

No creen, sin embargo, que vaya a tenerlo fácil. «El trabajo con la ley Celaá ha sido difícil, no ha habido apoyo por parte de la oposición. Esperamos que ahora pueda desarrollarse con mayor tranquilidad», expuso el presidente de la Federación de Asociaciones de Padres de Aragón, Miguel Ángel Sanz. Por su parte, desde la Federación Cristiana de Asociaciones de Madres y Padres de Aragón se insistió en la necesidad de «poner la educación como Pilar». «Es un Ministerio con una importancia clave para el futuro del país», subrayó su presidenta, Concepción Ibáñez. Su mayor éxito, agregó, será conseguir «que todos remen en la misma dirección». «Con consenso hay resultados. En Aragón se ha visto durante el curso escolar, que ha salido adelante con cierta normalidad a pesar de la pandemia», señaló.

En esta línea, el presidente de Escuelas Católicas en Aragón, José Luis Sampériz, pidió a la ministra zaragozana «que escuche a todos» y le deseó que pueda aplicar la Lomloe«con el mayor consenso posible». Si algo ha marcado la etapa de Isabel Celaá ha sido, a juicio de CSIF, la «falta de negociación». «Apenas convocó al Consejo Escolar de Estado con temas tan importantes como la Lomloe o la reforma de la Formación Profesional», apuntó su representante en materia de Educación, Mónica de Cristóbal.

El sindicato espera que asuma el reto de alcanzar un pacto estatal para evitar cambios con cada Gobierno y que se deje asesorar por los distintos agentes de la comunidad educativa. Para Tomás Sancho, de STEA, el nombramiento de Pilar Alegría tiene un doble objetivo. «En clave política, responde a la necesidad de dar mayor protagonismo y visibilidad pública a la principal baza en Aragón del ‘sanchismo’ en la pugna por el relevo de Javier Lambán», comentó. Cree, en cualquier caso, que el cambio de cartera «será positivo». «La anterior ministra estaba muy quemada para la comunidad educativa por su falta de diálogo en la elaboración de la Lomloe y la ley de FP. Esperamos que Alegría retome las conversaciones con los sindicatos. Le damos un voto de confianza a la espera de conocer sus primeras actuaciones», dijo.

Entre los deberes que los sindicatos ponen a la nueva ministra está «establecer las bases de un nuevo currículum». «Hasta ahora se le ha dado más importancia a que los alumnos promocionen sin haber adquirido los conocimientos que al propio desarrollo curricular. Celaá eliminó el problema de raíz en vez de invertir en profesores que ayudasen a implantarlo», opinaron desde CSIF.

Dicho currículum, agregaron desde CGT, será clave para determinar qué modelo sigue el PSOE. «Veremos entonces si se mantiene el errático de Celaá o si se apuesta verdaderamente por la enseñanza pública», afirmó su delegado en materia de Educación, José Luis Flores. La propia Alegría se comprometió el pasado sábado a trabajar por una educación y una FP «inclusiva, equitativa y de máxima calidad». «Necesitamos que esas palabras se traduzcan en hechos. Muchas veces, los gobiernos del PSOE se han quedado en un querer y no poder», agregó.

También CC. OO. destacó la necesidad de garantizar «financiación suficiente» para la escuela pública. «Esperamos que no tarde a convocar a los órganos institucionales y se puedan sacar adelante todos los temas pendientes», concretó su representante, Guillermo Herraiz.

En UGT hay «satisfacción total». «Esperamos que las reivindicaciones de Aragón puedan alcanzar una posibilidad de ejecución y veamos mejorado el modelo educativo de la Comunidad», dijo la secretaria general de la Federación de Empleados de Servicios pPúblicos, Alicia Hernández.