Piden que el valle del Perejiles recupere los autobuses de antes de la pandemia
Los alumnos de secundaria que van a Calatayud viajan juntos en una única ruta.
La llegada de la pandemia del coronavirus, como en tantos otros ámbitos, supuso un cambio en la organización de las líneas de autobús que prestan servicio en la ribera del Perejiles. Antes de la crisis sanitaria en el valle había dos rutas diarias de este transporte, una para la localidad de Sediles y la pedanía de Torres, y otra para el resto del eje.
Ambas recogían tanto a viajeros como a estudiantes para llevarlos hasta Calatayud a primera hora de la mañana. Ahora, los alumnos de secundaria, cerca de una veintena, se han visto agrupados en una sola línea que incluye a todas las localidades.
El cambio obliga a que los alumnos que viven en algunas de las localidades más alejadas de la capital bilbilitana tengan que madrugar mucho más que antes para utilizar el transporte. "Esto supone que un chico en Orera que tiene que llegar al instituto a las 8.15 de la mañana se tenga que levantar a las 6.30 para coger el autobús a las 7.00", expone José Carlos Pérez, alcalde de Belmonte de Gracián y padre de uno de los usuarios.
"Es una paliza", sentencia. Por ello, reclama que se vuelva al formato anterior para que mejoren los horarios y también se reduzca la duración de los trayectos que obliga a madrugones intempestivos. Una mejora que tendrá que esperar ya al curso que viene.
Desde la Consejería de Educación del Gobierno aragonés recuerdan que se amplió la ruta para incluir a Sediles y que la duración del viaje está dentro de los límites exigidos por ley. Por su parte, en el área de Transportes se muestran abiertos a que se pueda recuperar el modelo anterior a la pandemia, pero siempre que desde Educación se solicite.
No es la primera vez que las protestas por el transporte escolar surgen en la ribera del Sediles. En 2007 las quejas y la amenaza de huelga de una treintena de padres de no llevar a sus hijos de primaria al colegio de Calatayud obligaron al servicio provincial de Educación a poner en marcha dos rutas: una para Sediles y Torres y otra para Orera, Ruesca y Villalba. La queja entonces se centraba en las más de dos horas de viaje entre la ida y la vuelta que suponía contar con un único autobús para todos los pueblos.
